Demoras y subidas en un proceso muy incómodo

Esta es una reflexión bastante extendida y en muchas ocasiones está habiendo debate. En Santurtzi, por ejemplo, el equipo de gobierno, con el PNV en minoría, había propuesto elevar la tasa un 10%, alza que era insuficiente para cubrir los costes del servicio, porque ahora el recibo es de únicamente 5,14 euros al mes. Así que ha desistido porque, al fin y al cabo, suponía seguir incumpliendo. Pretende negociar el asunto con la oposición en los próximos meses.

Hay que tener en cuenta que no estamos, por lo general, ante unos recibos demasiado abultados, por lo que encarecimientos porcentualmente muy espectaculares no implican grandes penalidades para el bolsillo de la ciudadanía. Pero normalmente tampoco son suficientes como para terminar con el déficit. Por ejemplo, en Galdakao va a subir un 69% la tasa, pero es que ahora está en 5,53 euros al mes. Y en Abanto se va a disparar un 58%, hasta alcanzar un coste total de 10,46 también mensuales. Siempre hablamos del recibo a viviendas (las empresas pagan más, claro). Leioa, por su parte, ha aprobado una subida del 50%, pero es que ahora está en 21,46 euros cada trimestre.

En Elorrio tienen bien calculada la situación: van a subir un 30% la tarifa, lo que supondrá 7,6 euros más al trimestre. Pero no será suficiente para eliminar el déficit porque el servicio cuesta 615.538 euros, frente a unos ingresos que se quedan en 409.006. Es decir, se necesitaría una subida del 50%.

Hay situaciones particulares, como la que se da en Las Encartaciones, zona extensa y de población dispersa, donde el servicio de recogida de basuras está mancomunado para diez de los once municipios que lo conforman (Alonsotegi tiene gestión propia). El presidente, Martín Pérez Garmendia, no da cifras pero sí asume que «subida tendrá que haber» por imperativo legal. Antes van a hacer un diagnóstico sobre cómo está el servicio para decidir qué alza es necesaria de cara a cubrir el coste. Además, determinarán cómo enfocar a largo plazo, con un horizonte de 2030, las medidas que exige la normativa con la «implementación de otros sistemas para aumentar el reciclaje».

Este es el otro gran problema, la pretensión legal de que cada cual pague en función de la basura que genere y se premien actitudes 'limpias' como el reciclaje. En Basauri, por ejemplo, van a subir de 24 a 26 euros la tarifa trimestral, pero con la vista puesta en que en 2026 se puedan olvidar de las cuotas fijas y aplicar «un sistema de pago por generación de residuos», que viene a ser el gran reto de todos.

Con información de Alba Peláez, Laura González, Diana Martínez, Javier García Legorburu, Mirari Artime y Leire Pérez.