La demolición del parking del Ensanche comenzará a mediados de septiembre

Hasta el momento, salvo el corte de las calles laterales y el impacto que eso ha tenido en las tiendas del entorno, no ha habido grandes alteraciones visibles en la vida de la gente. Es ahora cuando llega lo peliagudo. A mediados de septiembre, según confirman fuentes de la UTE que ejecuta el tajo, comenzará la demolición de la estructura actual como paso previo a la excavación de dos plantas más. Todo ello va a implicar ruido y un tránsito intenso de cientos de camiones para retirar escombros y tierra. La gestión de este asunto preocupa mucho a los vecinos, pero también a los responsables municipales por el impacto, por otra parte ineludible, que va a tener en la movilidad y calidad de vida de la zona.

Lo que ha habido hasta ahora son trabajos previos. Primero fue dejar expedita la superficie en la calle: desde mover el kiosco de prensa hasta picar aceras. También se hicieron modestas demoliciones previas en el interior de la instalación que consistieron en echar abajo la tabiquería y los elementos más livianos y no estructurales.

Como desempeño más complejo hasta ahora lo que se ha hecho y se sigue haciendo es preparar la estructura para que soporte las estridencias que llegarán en un par de semanas. Hay que tener en cuenta que los muros perimetrales están sostenidos en la actualidad por la propia estructura del parking, por los forjados y los pilares.

Como todo eso se va a tumbar, hay que fijar esas pantallas de hormigón al terreno mediante anclajes. Fuentes de la UTE señalan que en las plantas -1 y -2 ya se ha llevado a cabo esa labor. Ahora se está trabajando en la -3, donde se están levantando muros que no existían en ciertas zonas de roca. Y también se ha llevado a cabo la instalación de micropilotes en lo que será la rampa de entrada y que en los próximos meses va a utilizarse para el tránsito de camiones.

Así que casi todo está preparado ya para comenzar con la demolición en un par de semanas. Para hacerlo de un modo controlado no habrá voladuras, sino que una máquina irá fragmentando los forjados, que serán retirados poco a poco. El plan es que tanto esta operación como el desescombro estén terminados a finales de año, de modo que entonces habrá vía libre para comenzar a excavar las dos plantas extra. A medida que se vaya avanzando se irán ampliando hacia abajo los muros perimetrales que sostienen el terreno para evitar su natural tendencia a cerrar el hueco.

Esta fase se prolongará durante más o menos un año. Luego vendrá la construcción de la cimentación y los nuevos forjados que conformarán las distintas plantas. Y por último llegará la urbanización de la plaza que coronará el parking. Se pretende que sea más verde y funcional que la anterior. También más grande, ya que se cortará al tráfico el vial izquierdo, el que iba frente al restaurante alemán, para que pase a formar parte de la plaza. Todo se estrenará, si no hay problemas, en septiembre de 2026.

Como en todo este tiempo van a pasar cientos de camiones por la zona, y la obra necesariamente generará polvo y ruido, en el concurso para adjudicar el contrato el propio Ayuntamiento pidió medidas para limitar el impacto: desde el uso de maquinaria específica que genere menos escándalo hasta toda una batería de iniciativas amortiguadoras de las molestias: desde pantallas para cortar el paso al polvo y al agua nebulizada que se lance para contener la contaminación atmosférica, hasta mecanismos limpiadores para las ruedas de los camiones y medidores de ruido para controlar el impacto de la obra.