«Dejan sin visibilidad nuestros comercios al colocarnos tantos contenedores al lado»

Los afectados aseguran que estos recipientes han dejado «sin visibilidad» a cuatro establecimientos y piden su traslado a otros lugares con menor actividad comercial. «Ahora no se nos ve. Cuando llegamos a esta lonja no los teníamos porque no se necesitaban y siguen sin necesitarse», se queja Olga Cobo, propietaria de Coordinato, una tienda especializada en complementos de ceremonia, fiestas y novia. Se queja de que la presencia de «tantos contenedores» provoca «un hedor y una suciedad extrema». «Muchas personas se ocultan entre ellos para orinar. Los olores son insoportables. Da asco verlo y vivirlo a diario. Algunas personas hacen de todo ahí», censura.

Los comerciantes han instado al Consistorio que tome cartas en el asunto «con urgencia» y resuelva esta problemática antes de que la situación «empeore». La responsable de la cafetería Arauca, una de las más populares de la ciudad, teme verse obligada a clausurar su terraza exterior, frecuentada a diario por numerosos clientes, si el Ayuntamiento persiste en la idea de colocarle enfrente una «enorme campana de vidrio», pese a que la normativa prohíbe la colocación de estas infraestructuras junto a locales que sirven comidas y bebidas. «Los contenedores están siempre llenos de mierda», denuncia la dueña de la cafetería.

En principio, los responsables municipales afirman estar dispuestos a «reconsiderar» esta decisión y «dar marcha atrás» si, efectivamente, «la ley avala a la cafetería», según han trasladado varios portavoces municipales a los comerciantes. «Además de ser ilegal, sumar un sexto contenedor sería la gota que colmaría el vaso», advierten los afectados, que han planteado el desplazamiento de estos recipientes al tramo de acera del BBVA, vacía de negocios a pie de calle. «En esta zona no generarían molestias y a nosotras, en cambio, no nos ven», recalcan desde Coordinato, que reprochan el «distinto rasero» municipal. «Sabemos de tiendas de renombre de Rodríguez Arias que han hablado con responsables del Ayuntamiento y les han hecho caso después de decirles 'a mí no me ponéis eso'. Tienen bien separaditos los recipientes y se les ve bien al pasar».

Los establecimientos de Iparraguirre recuerdan que, cuando comenzó la reforma de Rodríguez Arias, les colocaron «una batería de contenedores, seis, en teoría eventuales, aunque luego decidieron que se tenían que quedar. No hay ninguna calle de Bilbao con tantos», protestan.

Para acabar con estos problemas creen que habría que elegir los emplazamientos de un modo «más coherente». «No nos importaría que trajesen para acá la parada del autobús. Al revés, nos daría vida y visibilidad», afirman, Ayudaría, a su juicio, a mejorar el estado de un tramo que vive sus peores momentos, acentuado «por la inseguridad ciudadana». Ponen de ejemplo el local que dejó libre Calvin Klein. «¿Quién va alquilarlo con tantos contenedores enfrente? ¡Nadie!», responden.