Hacienda ve «luces y sombras» en la campaña de la renta cuando toda oposición aprecia «un caos»

El debate tuvo lugar este miércoles en la comisión de Hacienda a cuenta de una petición de comparecencia de la popular Amaya Fernández para que el Gobierno foral se explicase. En su intervención, Iruarrizaga, frente a la «caricatura» que presenta la oposición -Fernández había hablado de «caos, desconcierto, inseguridad, chasco...»-, ha aportado algunos datos. Lo hizo para tratar de contener lo ánimos entre quienes perciben esta campaña de la renta como una pifia notable. «Hechos objetivos», anunció el diputado. Sin valoraciones.

El principal es que en estos momentos ya son 244.348 personas las que han presentado su declaración, lo que supone más de un tercio, un 37%, de las 650.000 que se esperan en este ejercicio (480.000 obligatorias y 170.00 de contribuyentes que, sin estar obligados a presentarla, se prevé que lo hagan porque les sale a devolver). «Es un 50% más de las que se presentaron en la anterior campaña» en un periodo de tiempo similar, apuntó. También aseguró que se habían atendido 227.351 llamadas telefónicas de las 269.764 recibidas. Es decir, que sólo habían quedado sin atender el 16%, una proporción que sorprendió por las dificultades que buena parte de los contribuyentes están percibiendo a la hora de contactar con el fisco por teléfono.

En cuanto a la atención presencial, una de las reivindicaciones más escuchadas desde las filas de la oposición, Iruarrizaga reveló que se ha atendido en oficina a 1.598 personas para distintas gestiones, y se han elaborado in situ 128 declaraciones. Mantiene que el modelo actual es por el que apuesta y que se atenderá de manera presencial «a quien lo necesite, no a quien lo solicite» porque, aseguró, mucha gente que lo pide acaba resolviendo el asunto por teléfono.

El responsable foral de Hacienda asumió «errores» -han recibido 765 quejas- y recordó que fue la propia Diputación quien dio cuenta de ellos. Pero, a su juicio, se están exagerando por motivos políticos. «Estamos dando pasos» hacia una gestión más digital, y aunque «haya que tropezar, seguiremos avanzando». «Yo creo que el sistema funciona, con sus luces y sus sombras».

Para la oposición esta visión es demasiado complaciente y no refleja la dimensión real del problema. La popular Amaia Fernández recordó, además, que los errores durante esta campaña y la sensación de abatimiento de muchos contribuyentes no son achacables a intereses políticos porque tanto las asociaciones de mayores de Bizkaia como los asesores fiscales han sido muy críticos con lo que está pasando. «Se ha obviado que muchos vizcaínos no tienen ordenador, o internet, o no saben usarlo. Ha habido errores informáticos, de depuración de datos, al principio se negaron errores graves y ahora sigue el caos. Hay declaraciones erróneas, inacabadas... Sigue el nerviosismo».

En cuanto al hecho de que se hayan presentado más declaraciones este año a estas alturas que el anterior, Fernández lo achaca a que «mucha gente ha ido rápido a asesor» ante los problemas que tenía. También por el hecho de que parte de la población, en dificultades económicas, haya dado el 'ok' a la propuesta a devolver sin haber investigado mucho si estaba bien hecho el cálculo o no. «Se han pedido disculpas, sí, pero un Gobierno no está sólo para pedir disculpas, sino para solucionar problemas», lanzó.

Desde Elkarrekin Podemos, Eneritz de Madariaga pidió al Ejecutivo foral que haga «escucha activa» a una oposición que únicamente se hace eco «de las demandas de parte de los contribuyentes». «No estamos en contra de la digitalización, sino del modo en el que se ha hecho, sin tener en cuenta la heterogeneidad de la ciudadanía». Se refería a la brecha digital que aún deja a muchas personas fuera de los círculos online. «Pedimos que vuelva a haber atención presencial», apuntó. También dijo que, con toda esta situación, «las asesorías están desbordadas». Además, según aseguró en contradicción a lo revelado por el diputado, las llamadas que recibe la Hacienda foral son casi el triple de las que se atiende.

Por parte de EH Bildu, Arantza Urkaregi defendió el proceder de la oposición porque «lo que hacemos es pedir soluciones y actuar con responsabilidad». Y, a su juicio, «no se actúa con responsabilidad» si toda la respuesta del Gobierno foral es que «los problemas son pocos». «La Diputación debe reconocer los fallos y tomar medidas correctivas de manera inmediata». También puso de relieve las grandes diferencias entre la fotografía que aporta el Gobierno y lo que ella ve. «No conozco a nadie que diga que la renta de este año es más fácil». También se hizo eco de casos de contribuyentes que no han conseguido cita presencial pese a insistir y que han sufrido diversos errores. «La Diputación debe ser consciente de la desconfianza que ha creado».

Desde el PSE, Alberto Álvarez recordó que cuando se presentaba la renta en «sobres enormes», hace ya décadas, «también se daban errores», y pidió a la oposición que rebajase el tono para no inquietar a la ciudadanía. El jeltzale Unai Lerma apuntó que «ha habido mucha gente trabajando para que esto funcione»; que sí «ha habido errores» y se han «pedido disculpas». Con todo, a él, personalmente, le ha resultado «más sencillo que en campañas anteriores» cumplir con el fisco.