Curas vizcaínos censuran al obispo por su línea «poco cercana a las personas más sencillas»

Pertenecientes a diferentes comunidades, movimientos, asociaciones y parroquias de Bizkaia, los miembros de este foro lamentan la participación de Segura al lado de un cardenal que se caracteriza «por su confrontación sistemática con el Papa Francisco». Al tiempo que le ruegan «encarecidamente» el replanteamiento de su línea «eclesial y pastoral», le reprochan, asimismo, su participación el pasado verano en un acto en el santuario de Unbe, «tras ocho décadas de no reconocimiento diocesano de unas supuestas apariciones».

Berpiztu-Kristau Taldea reclama un cambio e insta a Segura a que proceda de una manera mucho «más discreta, sin faltar a la educación y a la fraternidad», pero también -remarcan- «sin desconcertar y, en algunos casos, escandalizarnos a una buena parte de nosotros y, a quienes como nosotros, quieren seguir estando cercanos a los últimos de nuestra sociedad».

Tildan de «desgraciado», en este sentido, «el asunto de La Bilbaína» después de que el prelado concediera dispensa para que 220 socios de esta institución pudiesen comer una alubiada con sacramentos. A cambio de la concesión, Segura exhortó a los comensales a que lo compensasen con «prácticas penitenciales», como la lectura de la Sagrada Escritura, limosna, oración, obras de caridad o «mortificaciones corporales». Berpiztu-Kristau Taldea interpreta esta dispensa como consecuencia de haberse rodeado de personas que, «con una sensibilidad muy jurídica y canónica y nada crítica, propician una gestión de la diócesis escasamente pastoral y poco cercana a las personas más sencillas. Creemos que está pagando el precio por esta decisión», añaden

En la carta, fechada el pasado viernes, advierten de que los «síntomas de su preocupación» se han incrementado «notablemente». «Tenemos que reconocer con dolor que estas y otras disposiciones confirman, desgraciadamente, el comprometido futuro de la diócesis y el progreso de la desafección y del desánimo. Percibimos que no conectan ni con la historia de esta diócesis ni con las opciones eclesiales que nos hemos dado en la Asamblea Diocesana», aseguran. El foro de curas ha constatado «con creciente dolor» que las expectativas puestas en el nombramiento de Segura «se van diluyendo e incluso quebrando» entre muchos compañeros, en los que ha cundido una profunda «desmovilización». Es el precio, reiteran, «por apostar por un pluralismo indiscriminado e inmovilizador. El más triste ejemplo es el llamado Plan Diocesano de Evangelización, sin acentos ni prioridades».