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El nuevo reglamento que ha aprobado el consejo de dirección de Viviendas Municipales en Bilbao ha soliviantado a los grupos municipales de EH Bildu y Elkarrekin Podemos en el Ayuntamiento. Y lo ha hecho especialmente porque incluye la creación de un nuevo cupo reservado específicamente ... a aquellos solicitantes que cobren entre 15.000 y 39.000 euros anuales. «Es una medida que pervierte el propio sistema de reparto hasta ahora establecido y que estaba centrado en la protección de las familias más vulnerables de la ciudad», ha protestado Alba Fatuarte desde la coalición abertzale, que ha presentado al pleno de este jueves una proposición para la retirada de este novedoso criterio de adjudicación.
Fatuarte ha criticado una decisión que, en su opinión, va en dirección contraria a la realidad de la sociedad bilbaína. Según ha remarcado, «Viviendas Municipales tiene una lista de espera de 10.000 personas (16.000 el Servicio Vasco de Vivienda Etxebide), pero sólo uno de cada cuatro ganan al año más de 15.000 euros y a ellos se les quiere dar prioridad con esta opción de 'alquiler asequible' aumentando la desigualdad al perjudicar a otros colectivos como las víctimas de la violencia de género, las familias monoparentales, los jóvenes o los mayores».
La portavoz de Elkarrekin Podemos, Ana Viñals, ha ido más lejos al criticar la «deriva regresiva en materia de vivienda pública que está adoptando este equipo de gobierno». A su juicio, «es una medida discriminatoria y contraria al propio espíritu de la vivienda municipal, que es proteger al que menos tiene».
El concejal de Vivienda, Jon Bilbao, ha subrayado que de este cupo sólo se beneficiará «menos de un tercio de los beneficiarios, probablemente apenas un quinto», y ha defendido su inclusión para garantizar un acceso equitativo de «toda la población con necesidades». Porque, según ha recordado, aunque estas familias tengan ingresos superiores a los 15.000 euros al año, «hablamos de familias trabajadoras que tienen auténticas dificultades para acceder al mercado libre, que con el actual sistema no pueden optar nunca a un piso municipal pero que corren el riesgo de empeorar su situación y caer en la pobreza».
Además, el concejal socialista ha remarcado que la inclusión de este cupo especial no afecta al resto de cupos preferentes, «que se mantienen igualmente». Según ha explicado, el objetivo es «que las oportunidades sean idénticas para todos». Por último, ha explicado que los números de beneficiarios será limitado. No en vano, aunque Viviendas Municipales dispone de 4.300 casas, cada año solo puede adjudicar unas 130. «La mitad de ellas se las llevan los cupos preferentes y el resto, menos de 7, se repartirán a medias los que ganan menos y los que ganan más de 15.000 euros al año», ha detallado.
El popular Carlos García, por su parte, ha presentado una enmienda a la propuesta de EH Bildu que apuesta por excluir de los pisos municipales a todos aquellos que en los últimos cinco años hayan cometido algún delito grave. Entre ellos, incluye los de agresión sexual, los relacionados con las drogas, contra la vida y contra los robos y ocupaciones de viviendas.
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