miguel ángel alfonso
Martes, 1 de diciembre 2015, 00:56
Tienen entre 8 y 12 años pero ya se manejan entre fogones con un desparpajo absoluto. Todo por culpa de Masterchef Junior, cuya tercera edición se estrena esta noche a las 21.15 horas en TVE. El talent culinario ha conseguido despertar en los niños ... una inédita pasión por la cocina. «Pasan mucho tiempo con las abuelas, pidiéndoles que les enseñen trucos. ¡Son divertidísimos!», explica Samantha Vallejo-Nágera, que volverá a ser juez del programa junto a Pepe Rodríguez y Jordi Cruz, mientras que Eva González será la encargada de conducir el formato.
Publicidad
Y entre el plantel de 16 risueños minichefs, apodo con el que se conoce a los participantes de este formato, que aspiran a conseguir los 12.000 euros de premio para su formación, destacan este año una argentina, dos hermanos, una aspirante que se come gran parte de lo que cocina, un devoto de la Macarena, una apasionada del brócoli y un apasionado de los viajes.
«Mis ídolos son Alexis Sánchez (jugador del Arsenal) y Jordi Cruz», confiesa Lucas, un joven aspirante de Barcelona de 10 años. Unas preferencias reflejan a la perfección cómo la cocina se ha colado entre las profesiones preferidas de los niños. Él fue seleccionado en un casting en el que participaron otros 6.000 candidatos y que sorprendió por su nivel a los miembros del equipo de Masterchef.
«Me dices eso hace tres años y pienso que me estás tomando el pelo. Pero nuestro objetivo no es conseguir que todos los niños sean cocineros de mayores porque si no sería un mundo aburridísimo. Esto es un programa de televisión al fin y al cabo, pero nos ha servido para trasladar la cultura de la cocina a los más pequeños», cuenta Pepe Rodríguez a este periódico durante la presentación del programa a los medios. Él tiene fama de ser el juez más blando de los tres y lo confirma cuando las lágrimas se le asoman al ver un adelanto del programa en vídeo: «en todas las grabaciones se me saltan las lágrimas, ¡soy un llorón!».
En cambio, su compañero Jordi Cruz explica la repercusión del programa en términos culinarios, y lo define como «un platazo de diez». «Tenemos buena materia prima, los chavales; estamos en una gran casa, que es TVE; tenemos un gran equipo; y encima tenemos un cliente que le apetece venir a nuestra casa y le gusta», comenta.
Publicidad
Una piscina de chocolate
Este año la final coincidirá con la noche de reyes, por eso se ha adelantado su estreno. Para guardar el secreto del ganador esta vez TVE ha optado por confiar en que los niños no lo desvelen a destiempo, a diferencia de hace dos años, cuando el último programa se grabó apenas dos días antes de su emisión.
Como novedades, el programa ha celebrado una de las pruebas en el teatro romano de Mérida, ha viajado a Amsterdam y se ha llenado una piscina con 2.000 litros de chocolate. Una proeza que ha requerido que beena parte del equipo de casi 200 personas tuviera que arrimar el hombro para montar este paraíso para los amantes del cacao, en el que más de uno (jurado incluido) no dudó en darse un dulce baño.
Publicidad
Esta noche el arranque está dedicado al lejano oriente, y las pruebas serán platos típicos de Japón. Veremos al jurado disfrazado de samuráis y de geishas. «Yo no soy mucho de disfrazarme, pero he hecho un esfuerzo», comenta Pepe guiñando el ojo. «¡Qué dices Pepe, pero si te encanta! No le creas», le responde Samantha. Ellos son así, también fuera del plató.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.