«Sigo sin saber por qué me echaron»

¿Qué siente al volver a pisar el Cine de Barrio?

El plató ahora es tan diferente que no tengo la sensación de estar en Cine de Barrio. Iba con la intención de no emocionarme pero es que el programa de ahora no tiene nada que ver con el mío. Me sentí un invitado, no estaba integrado.

¿Por qué?

Entiendo que ahora TVE tiene que hacer programas sobrios, pero si lo llego a saber hubiera llevado una botella de Champagne o algo. Yo acepté ir porque quiero abrir una etapa de normalidad con el programa. Es como mi hijo y ojalá dure muchos años más.

Han cambiado los tiempos.

TVE está irreconocible. Antes en Prado del Rey había seis personas en maquillaje y otras seis en peluquería, y me encontré con una chica que hacía las dos cosas. Daba la sensación de hospital. Hay que revitalizarlo porque creo en la televisión pública, que no manden los políticos, sino los profesionales.

¿Se acuerda del estreno?

Yo venía de hacer el magacine de noche de RNE y todo el mundo me dijo que aquello era una locura, que las películas estaban desfasadas y no le interesaban a nadie. Y fíjate que no lo haría tan mal cuando todavía continua.

¿Lo de meter un piano fue idea suya?

La cadena había comprado una serie de películas españolas y no sabían qué hacer con ellas. Eran conscientes de que esas películas por sí solas iban a parecer un simple relleno en la parrilla. Pero si a un regalo que no es muy bueno le pones un lazo precioso gusta más, y creo que eso es lo que hicimos.

Pablo Sebastian, su pianista, le acusa de esquivarle.

Siempre le he saludado, a veces me costaba un poco porque me pone a parir en Telecinco, acusándome de que yo le pagaba mal. ¡Enséñame un solo recibo que lo demuestre! Yo no le contrataba, era TVE la que lo hacía. Nunca he dejado de hablarle.

Con Marujita en alta mar

¿Se sintió maltratado por TVE?

Han pasado doce años y nadie me ha explicado por qué me echaron. Se han dicho muchas tonterías, como que me habían pillado con Marujita Díaz en alta mar echando un polvo. Si estamos solteros ambos y en la intimidad de un barco podemos hacer lo que queramos, es un derecho constitucional, pero en ese barco iban 20 personas más y no hicimos nada. Tiene que haber otro motivo mucho más gordo para que me quitaran, ¿a quién le interesaba eso?

¿Lo echa de menos?

Es que no he parado de trabajar desde que me fui. Sí que es cierto que trabajaba demasiado en TVE y aquello no era vivir, y me encanta viajar.

¿Aceptaría volver a TVE?

Depende de con qué condiciones, a mí me gustaría terminar en mi cadena en la radiotelevisión pública, que es dónde he trabajado mayoritariamente. Me gustaría hacer un programa normal para gente normal, no uno de esos programas para gente anormal que pasa la vida pendiente de con quién se ha acostado fulanito.

¿Cómo ve a Concha Velasco de presentadora?

A Concha la quiero mucho porque hemos trabajado muchísimo juntos. Cuando a mí me dieron la noticia de que no seguía en Cine de Barrio estaba cenando con ella y con Carmen Sevilla. Y luego acabaron presentándolo las dos, casualidades de la vida. Hacía tres años que no coincidía con ella y la encontré igual de entrañable.