"Me levanto a la hora del panadero"

- He descansado para una temporada en la que se avecinan curvas y me he dedicado a la vida contemplativa. Me he dado de baja de grupos de WhatsApp y he visto poca tele. Si veo Espejo público es como si a un dentista le meten veinticuatro horas en su consulta.

- Piqueras envía mensajes a sus compañeros. ¿Usted desconecta?

- ¡Soy tremenda! Durante el año envío mensajes a todas horas. Entro a clase de gimnasia, salgo y tengo 47 mensajes. Alguna vez me he olvidado el móvil en casa y he mandado a un mensajero a por él.

- ¿Qué tal lleva el madrugón?

- Me levanto a las cinco de la mañana, como el panadero de mi barrio, nos sentimos identificados. El otro día me decía: ¿No te pasa que cuando tienes cena los viernes llevas tu coche para no amargar al resto?. Y yo le decía: ¡Sí, sí, hago lo mismo!. La gente cena a las diez, a la hora de acostarme.

- El suyo es horario europeo.

- Totalmente, y además soy muy fan de la Casa Blanca. Siempre digo: Fíjate, me levanto a las cinco, como ellos (risas).

- ¿Habrá novedades en Espejo público esta temporada?

- La política estará presente todo el programa, no solo al principio.

- ¿Será incisiva?

- Relajada no voy a estar (risas). Seguiré en mi línea y entrevistaré en función del invitado.

- ¿Qué trucos usa?

- No trato con el político antes porque te condiciona. Complicidades, las mínimas. Hago mis investigaciones llamando a su entorno.

- ¿Habrá un gran cambio político?

- El PP y el PSOE tendrán difíciles los pactos. Los votantes del PP que castigaron al partido en las municipales y en las autonómicas, ahora lo apoyarán más. Volvemos a estar entre la batalla del PP y PSOE. El bipartidismo se está reforzando.

- ¿Cataluña dará juego?

- Sin duda. Veremos si consigue la mayoría absoluta que dice Mas para poner en marcha la escisión. Las encuestas no se la dan, pero habrá sorpresas con Cataluña.

- ¿Qué invitados tendrá?

- Invitamos a todos los partidos. Aunque creo más en la actualidad. Las entrevistas que apetecen se cierran horas antes.

- ¿Cómo se gestionan temas controvertidos como la cobertura a asuntos de la Monarquía o de la soberanía de Cataluña?

- La apuesta tiene que ser por la pluralidad, para que desde casa saquen sus propias conclusiones.

- ¿Se acuerda de la primera vez que presentó Espejo público?

- Pasé muchos nervios. Era una apuesta de Antena 3 porque las mañanas se resistían. Se nos criticó por ser informativos y ahora todas las cadenas usan el formato.

- Lleva casi una década...

- ¡Quién lo iba a decir! Siempre me planteo retos de tres años y ya me parece mucho. Cuando estoy cansada, a media temporada, pienso en qué otro formato tendría la oportunidad de abordar temas de economía, política, sociedad...

- ¿Por qué Ana Rosa les gana?

- Son formatos distintos, aunque las comparaciones son inevitables. Sus puntos fuertes son el reality y el corazón, el mío es la política. Jugamos en ligas distintas.

- Matías Prats y Pedro Piqueras se llaman al acabar el telediario. ¿Usted y Ana Rosa también?

- No, coincidimos en la época de Concha García Campoy pero no, no la llamo nunca para comentar la jugada. ¡Para qué te voy a engañar!

- ¿Y a Mariló Montero?

- Tampoco.

- ¿Echa de menos a Matías Prats?

- Matías y yo nos queremos tanto... Vivimos cerca y cuando podemos, quedamos a comer, tenemos una relación personal que perdura. Puntualmente hemos hecho algún programa, como la proclamación de Felipe VI, y disfrutamos mucho. La complicidad y el cariño transciende la pantalla.