"En esta boda habrá sorpresas"

Discreta porque las cosas en Puente Viejo no están para presumir de bodorrio. Francisca, acosada por las deudas, ya ha perdido su posición como cacique local y decide huir junto a su otrora enemigo Raimundo de las miradas indiscretas del pueblo. Eligieron una ermita perdida cuya localización se encuentra en la sierra norte de Madrid y no forma parte de los decorados habituales de la serie. «Yo no me he casado nunca y por eso me hace gracia esta situación. A mi novia le he dicho que me caso con otra. Igual me animo a formalizar la relación (risas). La sensación es de bastante tranquilidad porque María (Bouzas) y yo nos conocemos muy bien y nos gusta jugar. Además hemos estado en tantas bodas y funerales a lo largo de esta serie que ya es algo normal. Pero esta ceremonia será demasiado sencilla para lo que son Francisca y Raimundo Aunque habrá sorpresas», adelanta Ramón Ibarra, un novio sereno.

Ningún secretismo, en cambio, hubo en torno a los trajes. Francisca vestía un charlestón color rosa palo, con fajín de raso. Lo más humilde que se pudo permitir, ya que se lo diseñó ella misma a partir de unas cortinas arrancadas. El de Raimundo era un traje de chaqué más elegante, aunque por coincidencias de la vida tampoco era de estreno. Ibarra se percató durante la entrevista de que en su chaqueta había cosida una etiqueta en la que ponía el nombre del fallecido actor Sancho Gracia. Al final resultó ser parte del vestuario que se usaba en la serie 'Curro Jiménez', que TVE emitió a mediados de los años 70.

Bachelet, enganchada

«El mío también habrá aparecido en otras series seguramente, pero, en lo que respecta a 'El Secreto de Puente Viejo', es el segundo que Francisca se diseña ella misma, porque el primero le salió fatal ¡y no iba a ir con harapos! El orgullo no hay quien se lo quite, por eso es el peor momento para casarse, porque ella quisiera hacer una boda por todo lo alto. Pero la han embargado por un intento de fuga de capital a Suiza. ¡Que eso ya existía en los años 20!», dice María Bouzas.

No tendrán luna de miel. «Volveremos a Puente Viejo y Raimundo estará empeñado en demostrar que Francisca es una bella persona, aunque los demás vayan a seguir viéndola igual», añade su compañero de reparto.

En Italia y Chile, dos países donde la serie se emite con gran éxito, también van a estar muy pendientes de la boda. El pasado octubre, la presidenta Michelle Bachelet vino de visita oficial a España y pidió conocer a María Bouzas en una recepción con los Reyes. «Me avisaron de que tenía que ir al Palacio de El Pardo a una cena de gala, y cuando la presidenta me vio corrió a abrazarme. Me preguntó que cuándo me iba a casar con Raimundo. ¡La pena es que no nos case ella!».