Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
miguel ángel alfonso
Sábado, 1 de agosto 2015, 01:51
Lo llaman el Síndrome de Darrin y es la peor pesadilla de los directores de series. En 1969, el actor que interpretaba al personaje de Darrin Stephens en la ficción Embrujada fue sustituido por otro debido a problemas de salud, con el consiguiente perjuicio para ... la credibilidad de la trama. Desde entonces ha habido numerosos casos de deserciones sonadas por motivos económicos, artísticos o de cansancio. Un mal cuyo único remedio consiste en buscarse a otra persona con un físico similar (o no) y dejar que el público elucubre toda clase de teorías.
En nuestro país varias series han sido víctimas de este síndrome. El último caso se produjo este mismo lunes, cuando TVE anuncio que Inés Alcántara, la hija de Imanol Arias y Ana Duato en Cuéntame, iba a cambiar de rostro una vez más. Aunque este caso es insólito, ya que volverá a ser interpretada por Irene Visedo, que ya renunció al mismo personaje en 2008 y ahora regresa tras la baja de Pilar Punzano, que la sustituía desde entonces.
Al menos ambas actrices tienen cierto parecido, no como Juan Echanove y El Gran Wyoming. El primero abandonó la comedia Hermanos de Leche en 1995 y fue sustituido por el actual presentador de El Intermedio. El tono ridículo del guion, en el que habían sustentado parte de su éxito, permitió vender a la audiencia que todo se debía a una operación de estética.
En otras ocasiones directamente no se ofrece ninguna excusa. De la noche a la mañana, Vivian Banks, la matriarca de El Príncipe de Bell-Air, cambió de rostro misteriosamente. Corría el año 1993 y todo se produjo a causa de que Janet Hubert-Witthen, la actriz original, no soportaba la forma de trabajar de Will Smith, un novato por aquel entonces, y pidió su marcha de la serie. Fue sustituida inmediatamente por Daphne Maxwell Reid.
Loles León, por el ascensor
A veces los actores, a sabiendas del beneficio que generan y lo indispensables que se han convertido de cara a la continuidad de una ficción, juegan con este factor para exigir un aumento de sueldo. Esto puede salir bien, como al reparto de Friends, que vio crecer su nómina hasta el millón de dólares por capítulo, o muy mal, como le ocurrió a Loles León en Aquí no hay quién viva (Antena 3). Los responsables de la serie decidieron tirarla por el hueco del ascensor A ella no, a su personaje, Paloma Cuesta, y en vez de buscarse una nueva actriz optaron por sustituirla por un maniquí escayolado el resto de la serie. Una solución barata y que no lucha por sus derechos laborales.
«¿Qué ha pasado con Daario Naharis?», se preguntaban millones de personas en Twitter durante el estreno de la quinta temporada de Juego de Tronos el pasado mes de mayo. Ya no era el rostro del actor Ed Skrein (barbilampiño, con melena castaña y trenzada) el que respondía a ese nombre, sino Michel Huisman (barbudo, de pelo corto). El motivo del cambio es la tercera variante del Síndrome de Darrin: «Me marcho porque tengo otros proyectos». Efectivamente, la HBO justificaba la sustitución porque Skrein iba a ser el protagonista de la próxima entrega de Transporter. Y el virus no parece tener fin.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.