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joseba vázquez
Viernes, 23 de junio 2017, 02:05
Si degustaste en vivo el Festival de Woodstock en el 69, o el de la isla de Wight desde el 68 al 70, y crees que te gustaría repetir sensaciones, quizás no convenga que te pases este fin de semana por Glastonbury. Y si por entonces ni siquiera habías nacido y todo lo que sabes de aquellos masivos encuentros de jóvenes ávidos de cambiar el mundo lo has leído, visto en documentales o te lo han contado tus padres, seguramente tampoco sea ese tu destino apropiado. Puedes hacerlo, ojo, que tampoco es en absoluto una mala opción. Puedes subir al avión y plantarte en la granja Worthy, en el condado de Somerset, al sudoeste de Inglaterra, y entregarte a los tres días de música y otros espectáculos que ofrece desde hoy el cartel principal del ya mítico Festival Glastonbury de las Artes Escénicas Contemporáneas. A fin de cuentas, este macroencuentro musical, uno de los más importantes del mundo, reúne cada año una selección de rock, pop, indie, folk o reggae difícilmente superable.
Pero si lo que ronda en tu cabeza es una añoranza abstracta de las manifestaciones contraculturales, pacifistas, contestatarias y libertarias de inspiración 'hippie' que se extendieron en los sesenta y setenta, debes saber que esto no es exactamente lo mismo. Y seguramente es bueno que no lo sea. La revolución sexual y otras corrientes transformadoras nacieron entonces; no hay necesidad de gestarlas de nuevo. Claro que Glastonbury trata de mantener vivos unos mínimos rescoldos de su origen 'hippie', al menos formalmente, pero cuatro largas décadas y media no le han pasado en balde. Y a ti tampoco.
175.000 asistentes
El festival se celebra a unos diez kilómetros al este de Glastonbury. En realidad, el terreno donde tiene lugar está más cerca del pequeño pueblo de Pilton, que le dio nombre en su primera edición, en 1970. Ese año, Michael Eavis, que había heredado de su padre la granja Worthy, decidió organizar el festival después de asistir a un concierto al aire libre de Led Zeppelin. A esa primera edición tan solo asistieron 1.500 personas, de forma gratuita y con barra libre, además, para tomar toda la leche de vaca que quisieran. El pequeño encuentro musical fue creciendo con los años. Por él han pasado, entre una inacabable lista de estrellas, David Bowie, Van Morrison, Joe Cocker, The Smiths, Elvis Costello, R.E.M., Neil Young, los Who, U2, los Rolling, Coldplay, Bruce Springsteen, etc., etc. Se cumplirá este fin de semana la edición número 35, ya que el festival descansa cada cierto tiempo para que el terreno se recupere en barbecho. Lo hará en 2018.
Eavis, ya con 81 años, sigue siendo el organizador y alma mater de la reunión, ahora con la ayuda de su hija Emily. Suele donar parte de los beneficios a organizaciones benéficas y ONGs, entre ellas Greenpeace. Y el saldo no debe ser escaso. Los abonos para los tres días principales de conciertos, desde hoy hasta el domingo, se vendieron a 238 libras (270 euros). 135.000 entradas se adquirieron en menos de una hora. Otras 40.000 personas asistirán con acreditaciones. No parece que los asistentes vayan a poder practicar en esta ocasión una de las liturgias típicas en Glastonbury, los baños de barro, una 'ceremonia' que data de los primeros setenta. No hay previsión ahora mismo de que se produzcan estos días las frecuentes y abundantes lluvias propias de la región. De hecho, el miércoles recibió a los primeros acampados con inusuales temperaturas de hasta treinta grados. Si finalmente no hay barro, al menos en la granja Worthy pervivirán las tiendas de campaña y numerosos tipis, otra de las señas de identidad que unen el presente con el pasado. El cartel, desde las once de esta mañana hasta medianoche del domingo, consta de 86 actuaciones en cinco escenarios. El concierto principal corresponderá cada uno de los días a Radiohead, Foo Fighters y Ed Sheeran, respectivamente. Por lo demás, la reunión navega hoy entre la nostalgia, cierta estética psicodélica y las inevitables notas pijas que invaden todo escenario objeto de atención pública. Un botón: entre otras muchas 'celebrities', en 2016 pasaron por ahí las modelos Kate Moss y Daisy Lowe, las actrices Gwyneth Paltrow y Suki Waterhouse y la diseñadora Stella McCartney.
Ya he dicho que no es lo mismo.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
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