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Silvia Cantera
Jueves, 4 de octubre 2018, 18:22
Cuando el Sonorama Ribera echó a andar, muchos de los que hoy se suben a sus escenarios iban con sus tiendas de campaña. Una parte importante de los artistas que han actuado en el festival de Aranda de Duero fueron con su cuadrilla de amigos ... antes de acudir con su banda. Este verano el evento cumple veinte años y está confeccionando un cartel puramente español. Supone un paso más en uno de sus objetivos prioritarios: servir como altavoz para los grupos nacionales. «¿Un año sin guiris?», se preguntan con sorna.
Al vigésimo aniversario del festival están invitados Leiva, Loquillo, Amaral, Coque Malla e Iván Ferreiro, entre otros. Arrancaron de forma modesta en 1998 y ahora pueden jactarse de haber creado uno de los eventos musicales más atractivos. El pueblo al completo se vuelca durante una semana en la que las calles están hasta arriba y hay que reservar con varios meses de antelación si quieres degustar su tradicional lechazo.
Para ir abriendo boca, este año el Sonorama ha empezado en pleno marzo. El festival ha dejado momentaneamente Aranda de Duero para hacer una minigira por cuatro ciudades. Los encargados de servir como reclamo son Second, Shinova y Luis Brea y el miedo.
La semana pasada actuaron en Bilbao ante un público que disfrutó especialmente con los vizcaínos Shinova, que prácticamente jugaban en casa. Esa misma sensación es la que tendrá Luis Brea cuando el sábado que viene toquen en Madrid. Las tres bandas cerrarán marzo en Santander y acabarán la minigira en Valencia, donde actuarán el 7 de abril. Los únicos que no tendrán la oportunidad de ser profetas en su tierra son Second, ya que no habrá ninguna fiesta de aniversario del Sonorama en Murcia.
«El festival está muy ligado a la cultura del vino»
«Se vive mucho de día y está muy ligado a la cultura del vino», explica Fran Guirao. El batería de Second reconoce sin dudarlo que el Sonorama es su festival favorito a la hora de ir como público. Algo similar opinan los miembros de Miss Caffeina, que actuaron el año pasado en Aranda, y que hace una década disfrutaron de una semana de camping y pulsera de tela.
Los chicos de Izal sienten una conexión especial con esa tierra. Tal y como reconocieron en su última actuación allí, se sienten en deuda con el festival porque les catapultó hasta el éxito. La Plaza del Trigo, donde debutaron, es su escenario fetiche. Allí los grupos tocan a mediodía y el ambiente es espectacular. «Lees declaraciones de músicos que han pasado por allí y que ahora están en primera línea y todos dicen lo mismo. Han estado en escenarios más grandes y han conseguido cosas más importantes, pero el momento en el que tocas en la Plaza del Trigo es inolvidable», explicaba Gabriel de la Rosa, vocalista de Shinova, en una entrevista realizada con este periódico poco después de la última edición del Sonorama. «Nos llevamos ese momento para siempre, se nos ha quedado marcado a fuego. La Plaza del Trigo nos disparó la ilusión que ya traíamos de serie».
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