Amorante, el amante de la improvisación

Con el proyecto de Amorante deja de lado los géneros musicales más comunes y se adentra en vías menos transitadas. ¿Cómo define la música que hace?

Yo siempre la defino como 'herri musika'. La acepción la visualizo desde diferentes prismas. Partiendo de la música tradicional o folclórica pero siempre con un distintivo muy contemporáneo, bien por las formas de componer o por las formas que otorgo a las canciones, con un diseño bastante abierto. La definición que más se puede acercar sería la de música tradicional abordada desde un punto de vista contemporáneo.

Hasta el momento se pueden escuchar cinco canciones de Amorante en Bandcamp ya que no ha publicado ni vendido físicamente ningún disco.

Todo es consecuencia de la pelea interna que llevo yo con el concepto del disco. Para Amorante tenía claro que no quería trabajar disco a disco y sí canción a canción. Por lo tanto, yo lo que presenté fue una primera colección de canciones sin publicar, ni en disco ni en vinilo, solo en formato digital. Eso sí, dando la oportunidad al público que viniera a mis conciertos de comprar una edición especial en forma de obra de arte. Así, publicamos una postales serigrafiadas a mano en un sobre que además contenía un código de descarga digital de la colección de temas. En dos conciertos se acabaron.

Significa que el público responde bien a sus conciertos.

Hay que tener en cuenta que el proyecto de Amorante está ligado directamente al directo. Sin publicar nada he estado dando conciertos durante año y medio. Y todo ello gracias a un concierto grabado en la librería Garoa de Donostia. La gente lo que ha recibido de Amorante ha llegado desde el contacto en los conciertos, nunca de escuchar las canciones en un disco. Por lo tanto, todos los que han ha venido a verme a directo ya conocían los temas y quizá así todo ha resultado más sencillo.

Destaca la entidad de los colaboradores de los que se ha rodeado. Por ejemplo, El Niño de Elche y Mursego. ¿Cómo surgen ambas posibilidades?

Empezando con Paco, El Niño de Elche, puedo decir que admiro su trabajo desde hace mucho tiempo. Lo que hice fue escribirle directamente. Me vino bien tener un amigo en común y saber que Paco se apunta a un bombardeo. Además fue clave que me invitaran a abrir el concierto que ofreció en la sala Dabadaba de Donostia hace unos meses. Allí nos conocimos cara a cara y entre Xabi Erkizia, productor de mis canciones, Paco y yo hicimos unas grabaciones. Alguna de ellas las utilice para el tema 'Oroimena'. Paco es una persona súper dispuesta a meterse en estos embolados. Hemos coincido más veces y hemos afianzado una amistad para lo que surja. Y en cuanto a Maite Mursego debo decir que nos conocemos desde hace 20 años. Hemos tocado y coincidido mucho. La admiro, como músico y persona. Tenía entre manos una canción que exigía un chelo y cuerdas y pensé en ella. Para mí era decisión totalmente lógica contar con Mursego.

¿Hasta qué punto coinciden su proyecto y el de Mursego?

Es cierto que tenemos cierta similitud en nuestros planteamientos, pero también bastantes diferencias. Es curioso pero me comentan mucho que ambos utilizamos un aparato llamado 'looper' (un sampleador, un dispositivo que registra la música y la reproduce en bucle a tiempo real). Y sí que nos unen muchos aspectos. Ambos tocamos varios instrumentos, defendemos nuestra música en solitario y cantamos. Pero a su vez también nos separan aspectos. No creo que se nos pueda comprar. Ella tiene su estilo y yo el mío. Su mundo y el mío difieren bastante. No soy la versión masculina de Mursego.

Más allá de los conciertos, solo se pueden escuchar cinco canciones suyas en internet, aunque lo cierto es que dan para mucho. Transita por un espacio en el que tienen cabida temas experimentales, la canción de autor y una aproximación sonora al Mediterráneo.

Cuando me preguntan por mis referencias se me hace muy difícil quedarme con una, elegir. Mi formación es clásica pero he tocado en grupos de rock y de pop, he participado en óperas, en orquestas, llevo 30 años en la Banda Municipal de Elgoibar, he hecho música improvisada durante muchos años... Por todo ello es muy difícil elegir. Yo tengo una mochila que he ido llenando durante años y cuando tengo que defender una propuesta en solitario es normal que salgan todas esas cosas. De ahí las variaciones estilísticas. Lo que sí tenía claro es que quería huir de la influencia anglosajona, de tirar siempre de lo que llega de Estados Unidos o el Reino Unido. Deseaba que otro tipo de músicas, procedentes de otras partes del mundo, tuvieran presencia.

Parece que todo este planteamiento sonoro y de estilo ha tenido repercusión ya que le acaban de conceder un premio, el Musika Bulegoa Saria, que concede la Oficina de la Música de Euskal Herria. ¿Sorprendido?

Pues sí. Es la primera vez que recibo un premio por mi trabajo musical. Además no es a través de un concurso en el que tú presentas tu trabajo. A mí me llamaron para decirme que me daban el premio, y estoy feliz. Creo entender porqué me dan el premio. Parece que al jurado le parece innovador y curioso el proyecto, a la vez que también destacan la forma de abordar el directo, su frescura y originalidad. Estoy muy contento por el premio y agradecido a todo el público que viene a verme. El primer sorprendido por cómo está siendo recibido el proyecto soy yo.

Centrémonos por lo tanto en los directos. Además de esos cinco temas que conocemos, ¿qué más presenta en sus conciertos?

Suelen ser actuaciones con 11-12 temas. Y volvemos a lo anterior. En cuanto tengo un tema nuevo lo voy presentado en directo. Lo que pasa es que como no los grabo son siempre nuevos para el público. Utilizo letras mías y también de escritores como Harkaitz Cano e Iparragirre, y presento uno versión de Tapia eta Leturia.

¿La improvisación tiene cabida en los directos?

Amo la improvisación. No podría entender mi música ni la forma de encarar los directos sin ese componente. Me parece algo que te hace estar alerta. Amorante como proyecto se sostiene por la improvisación. Ya sea en la forma de crear la música o en el mismo directo, sin cerrar los temas y jugar con los nuevos espacios a los que te pueden llevar.

Por lo tanto, ¿siempre apoyándose en una red de seguridad?

Sí tengo esa red de seguridad pero me pone muchísimo saltar sin red. De hecho no soy un tipo de músico que sufra si voy a ciegas. No tengo miedo de tirar hacia adelante si me falla un instrumento o me quedo sin letra.

¿Por qué el nombre de Amorante?

Primero porque fonéticamente me atrae, en euskera significa amante y me mola. Y segundo porque une el nombre de dos músicos a los que admiro mucho. Uno es Rodrigo Amarante, brasileño autor de la música de la careta de entrada de la serie 'Narcos'. Y el otro es Enrique Morente. Uniendo los dos apellidos, tenemos a Amorante.

¿Tiene intención de añadir nuevos temas a los cinco publicados?

Espero publicar en enero un vinilo de 7 pulgadas con dos temas que ya tengo grabados. Voy a hacer una apuesta fuerte por la autoedición, ya que mi carrera va por ese camino. No he buscado discográfica. Creo que alguien podría estar interesado pero no es mi apuesta, no tengo intención de tocar puertas.

¿Dónde actúa próximamente?

Tengo muchas propuestas sobre la mesa y una agenda con bastantes fechas pero por ahora adelanto que estaré en Ondarroa el día 21, en Elgoibar en enero y también en el Atabal de Biarritz y en Leioa.