De la bandurria a la guitarra eléctrica

Pese a que su música pertenece al imaginario colectivo, a nadie pareció interesarle qué había sido de aquella generación. Muy pocos grupos se han ido reuniendo con mayor o menor continuidad durante estos últimos años (Fórmula V, Los Brincos, Aguaviva), pero poco o nada se ha vuelto a saber de la inmensa mayoría de los demás.

Los inicios del pop en nuestro país no fueron fáciles. La cultura musical propia se quedaba fundamentalmente en la copla, y la influencia del rock que llegaba a nuestras fronteras no tenía eco al no haber instrumentos que reprodujeran ese revolucionario estilo musical. Julián Sacristán, uno de estos pioneros y fundador de Los Flaps y Los Flecos, contaba en una entrevista reciente, y a modo de ejemplo ilustrativo, que sus compañeros de generación no sabían cuál era la clave del misterioso sonido de The Shadows hasta que no pudieron ver sus guitarras, las míticas Fender Stratocaster. En España, la primera Fender llegó en 1960, y fue a manos de Lucas Sainz, uno de los fundadores de Los Pekenikes. La segunda la tuvo el propio Sacristán en 1961.

Hace un par de años José Antonio Bel, un bróker jubilado hace una década y fan musical incondicional ("no soy músico, ni de la SGAE, ni de ninguna institución, y tengo presupuesto cero", aclara), que conoció aquel nacimiento del pop de primera mano, decidió volver a dar protagonismo a quienes lo habían perdido. José Antonio, al que todo el mundo se dirige cariñosamente como Pepe, cuenta cómo tuvo la iniciativa: "La música es lo más importante para mí, casi después de respirar. Un día, me puse a escuchar algo de los 60, algo español, y en ese momento me vino a la cabeza la pregunta de qué habría sido de los músicos de aquella época".

"Dos o tres meses después de ese buceo que hice buscando a toda esta gente", cuenta Bel, "me encontré con que había localizado a 70 u 80 músicos". Pepe habló con ellos y les consultó si hacer un encuentro con los músicos madrileños de los 60 podría tener aceptación.

Y la tuvo. En la primera reunión que se celebró en octubre del pasado año, se juntaron más de 100 personas, todas ellas implicadas de una u otra manera en aquellos comienzos. En una segunda convocatoria, Pepe junto a un pequeño grupo de músicos, definieron la directiva de la asociación denominada ya oficialmente como Pioneros Madrileños del Pop. Bel es desde entonces su presidente de honor, y Francis Cervera (en la actualidad músico integrante de Los Brincos y antes de Aguaviva, entre otros) presidente de la asociación.

Hay agrupaciones de músicos de los 60 y 70 en Sevilla, Mallorca y ahora ésta recién creada de Madrid. "La zona temporal es la década de los 60, con los últimos 50 y los primeros 70", explica Francis Cervera. "Se ha intentado contactar con los músicos más conocidos y con los menos. Hay que tener en cuenta que sólo se conoce a los que grabaron", señala. "Se quiere que estén el máximo número de músicos pioneros, pero también gentes allegadas y afines que colaboraron para que la música saliera adelante (medios de comunicación, representantes, managers, técnicos de sonido, tiendas de música, etc.). Todos tienen cabida en la asociación, ya que estos representan un 10 o 15 por ciento del total del colectivo", matiza Cervera.

Ante la pregunta de si el fenómeno musical, social y cultural conocido como movida surgió realmente en los 80, Francis Cervera transmite lo que muchos músicos veteranos piensan: "La gran movida fue, cuando todo estaba en contra, luchar para cambiar la sociedad. En los años 80 valía todo, pero en los 60 todo era más restrictivo. No había un duro, ni instrumentos, ni apoyo familiar, ni social, ni nada Sin embargo, aquí estamos, y se siguen oyendo nuestras canciones".

Los Pioneros Madrileños del Pop quieren contar la historia como primer objetivo, pero a través de los protagonistas que la crearon. "Queremos legar una historia fiable, verdadera, permanente, de cómo fueron aquellos años que tanto significaron para la transición social española. Cuando pasamos de la bandurria a la guitarra eléctrica, de la copla al rock and roll, y del blanco y negro al color", sentencia Cervera.

Antes de terminar la entrevista, posterior a una comida celebrada en junio y en la que se reunieron más de 50 personas, Pepe Bel hace una última exclamación, a modo de final, y de principio: "Esto va a ser un pelotazo".

Y tiene todo el aspecto de que, en breve, lo va a ser.