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iñaki esteban
Sábado, 2 de julio 2016, 01:51
Es uno de los acontecimientos que se esperan durante todo el año, y una de las citas musicales más deseadas del abigarrado mapa de los 350 festivales españoles. Bilbao espera con ansiedad la llegada de Arcade Fire, de los Pixies y de Tame Impala, mientras ... Kobetamendi se prepara para acoger a las más de 100.000 personas que irán a escucharlos.
La edición número 11 del BBK Live, que empezará el jueves, se acerca. Alfonso Santiago, director de este festival, del Azkena de Vitoria y de la promotora que los organiza, Last Tour International, destaca la rentabilidad económica de la cita, su solidez y que la apuesta ahora está en ensancharlo por la ciudad con conciertos gratuitos. También quiere ver, además de a los citados, a Grimes, a Foals y a tantos cuantos pueda de las sesenta bandas que componen el cartel.
The Who en el Azkena, y además con un buen concierto. ¿Sueño cumplido?
He sido siempre más de los Who que de otros grupos. Los he escuchado miles de veces en las casetes TDK de noventa minutos que compartía con mi hermano. Personalmente, estoy muy contento. Y en Last Tour, un deseo muy cumplido porque íbamos detrás de ellos y al final salió, en una edición muy complicada.
¿Por?
Como en todas las industrias que crecen y avanzan, y la de los festivales es una de ellas, surge mucha competencia. Salimos del paso muy bien gracias en parte a los Who. Se nos cayeron Primal Scream y tuvimos la suerte de poder compensarlo con nuestro repuesto soñado, The Hellacopters. Lo conseguimos en 48 horas. Ya los habíamos tenido en el Azkena, nos conocían y así es más fácil que te digan voy para allá.
¿Cómo calificaría el nivel general del Azkena este año?
Muy bueno salvo un par de cosas. Por ejemplo, Danzig no me acabó de enganchar. Esperaba más. El Azkena es muy pasional, para gente que siente profundamente el rock. Se crea un sentimiento de comunidad muy fuerte. No me extrañaría que el futuro de los festivales fuera por ahí, por ese tamaño de los 20.000 asistentes y por un cartel especializado, con mucha calidad. Quizá el Sónar nos dé una pista sobre esto.
España acoge 350 festivales, en ciudades, en pueblos, montañas y desiertos como el de los Monegros. ¿Hay pan para todos?
Es parte de un fenómeno de democratización de la música. La imagen de los que nos dedicamos a ella ha cambiado. Me han llegado a decir que no llamaban por la mañana por si estaba en la cama y, claro, les tenía que contar que me levanto cada día a las siete. Músicos y promotores somos ahora tan profesionales como el que más. Y como en cualquier otro campo, hay una lucha por la supervivencia y por hacer las cosas mejor que el otro.
El Territorios Sevilla y su filial en Trafalgar se han suspendido con el cartel ya hecho y muchas entradas vendidas.
Esa es la parte más amarga. Cuando hay mucha oferta, a veces se caen propuestas muy interesantes porque no tienen recursos para seguir adelante. Nuestro modelo en el BBK Live es el de un festival con más de 30.000 espectadores cada día y con un cartel muy potente, de espectro muy amplio. En esa franja no te encuentras tantos. No se me ocurren más de seis o siete en España.
Esta edición del BBK Live será la del millón de espectadores, si se cuentan los años anteriores.
Increíble ¿no? Hablamos de un millón de espectadores en Bilbao con toda esa competencia en España y en Europa, con ciudades con mejores comunicaciones y nivel de vida más barato, con más plazas hoteleras...Y aun así seguimos estando en la élite, con futuro y con salud.
Crecer por la ciudad
Vidarte, el director del Guggenheim, también aludió al problema de las comunicaciones en Bilbao en una charla reciente.
Ayer (por el jueves) volé a Barcelona y volví en el mismo día. Pagué 500 euros. Tengo que viajar muchísimo por mi trabajo y me parece que las comunicaciones son uno de los problemas más graves que tiene Euskadi. Es lógico que mucha gente ni se plantee venir porque es muy caro. Muchas plazas hoteleras también lo son. En el momento en que estos problemas se resuelvan, será bueno para todos, para el turismo del Guggenheim, para el BBK Live y para la hostelería de la ciudad.
Así el festival podría ser más rentable.
El BBK Live es rentable. Ya que no podemos crecer en Kobetamendi, lo estamos haciendo a lo ancho, por toda la ciudad, con conciertos gratuitos que salen de nuestro presupuesto. Creemos que el evento tiene también un aspecto social, de ciudad, nos gusta que sea así y haremos lo posible por mejorar en este aspecto.
¿Con qué presupuesto cuentan?
El global del festival está más o menos en 7,5 millones, un poco más que en otras ediciones precisamente por ese crecimiento a lo ancho y por las mejoras.
Pero tienen subvención del Ayuntamiento.
1,4 millones. Eso dista mucho de ser un festival subvencionado.
Es decir, que el resto hasta los 7,5 millones se lo juegan ustedes. ¿Mucha pasta?
Mucha pasta. Pero tiene que ser así. Hay que arriesgar. Es una fórmula que asegura que el promotor hará todo lo posible para que el festival sea rentable. Nos gusta controlar el evento, su filosofía, su cartel, su temática, su desarrollo, siempre con el Ayuntamiento al lado pero teniendo un nivel de independencia muy alto. Y para eso tienes que arriesgar.
Los montrealeses de Arcade Fire son el gran polo de atracción de este año.
Sí, pero la mayoría de la gente viene para los tres días, así que la fuerza de Arcade Fire no lo explica todo. Ya que vienes, tampoco te quieres perder a Grimes, o a Tame Impala, o a New Order, que son unos clásicos y están en buen momento. Y también quieres oír a Ocean Colour Scene, que pegaron muy fuerte en los noventa. Yo creo que el cartel de este año es un poco más adulto. Quizá los años pasados trabajamos más en clave de hit, de grupos con canciones muy conocidas, y este año nos dirigimos más a la gente que elige su música y que es muy afín a algunas de esas bandas. Encuentro el cartel más sólido y coherente que en ediciones pasadas, hecho más desde dentro de la música.
Vivir, transmitir, conectar
Usted ha vivido en primera línea la explosión de la música en directo.
Y lo que queda por venir. La música en directo tiene un poder increíble. Vives, transmites, conectas. Es una forma de relacionarse, de quedar con tus amigos, de conocer a otras personas. Vas a un festival o un concierto y sabes que hay un montón de gente con la que puedes hablar de muchas cosas. Es una experiencia muy positiva. En el deporte, hay vencedores y perdedores. En la música en vivo todos nos sentimos ganadores. Por eso seguirá creciendo.
¿Es 120 euros para tres días caro o barato?
¿120 euros para 60 grupos? Contéstalo tú mismo. En 2007 y 2008 éramos más caros. Costábamos 140 euros. Hemos bajado por los impuestos y por la situación general de la economía. Necesitamos pensar de otra manera. Nos parece caro el teatro, el cine, los libros. ¿Es caro pagar 7,50 euros por el estreno de una película que ha costado tanto y en la que ha trabajado tanta gente? ¿Es caro 20 o 30 euros por una obra de teatro? Y según lo que me digas, te preguntaría: ¿Es caro o barato un cubata por nueve euros? Tengo muchas esperanzas de que en el futuro se tenga más aprecio a la cultura. Sería una señal de progreso.
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Alfonso Santiago, fan de The Who y promotor musical. :: jordi alemany
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