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Regina Sotorrío
Miércoles, 18 de mayo 2016, 13:31
Hace unos años dejó de ser Deluxe para convertirse en Xoel López. Puso fin al ritmo frenético de vivir en una perpetua gira y encontró la calma. Rompió con la comodidad económica y descubrió la felicidad de ser uno mismo. Pero para eso este músico ... gallego tuvo que irse a la otra punta del mundo, a Latinoamérica, con base en Buenos Aires. Allí forjó un nuevo sonido, una nueva vida y un nuevo artista. 'Paramales' es el segundo disco de un renovado Xoel López, un trabajo exquisito en los ritmos y en las letras que le ha valido el reconocimiento del público y del sector con dos Premios de la Música de Independiente (mejor álbum pop y mejor producción musical). Pese a todo, él aclara: la suya no es música alternativa, es canción «popular». Ahora solo falta que el gran público también lo descubra.
Los Premios de la Música Independiente consideran 'Paramales' el mejor álbum pop y la mejor producción musical del año. Uno puede estar convencido del trabajo que ha hecho pero, ¿también necesita que se lo reconozcan?
Lo agradezco, no sé si lo necesito, la verdad. Es una fiesta cuando te dan un premio, pero uno tiene que ser sincero con lo que hace y eso debería ser una recompensa suficiente.
Porque un premio no hace que un trabajo sea mejor
No, porque es relativo. Los premios te animan y vienen muy bien para tu carrera. Sobre todo, para carreras en las que tampoco vamos sobrados. A mí me viene muy bien más a título profesional que personal.
Es curioso porque en esa gala había artistas y grupos que llenan más salas que los considerados 'comerciales'. Y sin embargo, están en un circuito para muchos invisible.
Yo considero que hago música popular, pero lo que falla es la ventana al gran público. Hay muy poco espacio para la música en los medios de comunicación. Hoy las radios más comerciales, las mayoritarias, casi no tienen espacio para la música, y en las televisiones ya es nulo. El poquito espacio que hay suele ser para las grandes ventas o para gente que está en grandes multinacionales. Por eso se da que mucha gente estamos ahí trabajando duramente y tenemos nuestro público, pero muchos ni se enteran de eso, es como si viviésemos un poco al margen. Cosa que no queremos. A mí me encantaría tener un acceso directo a la gente.
Pero a veces parece que sí se quiere estar en un circuito alternativo, que eso da un plus de calidad frente a lo mayoritario.
La música se debe alejar siempre de lo elitista. Huyo de eso, yo considero que mi música es canción popular. Música como puede ser la de los cancionistas de toda la vida como Serrat, Caetano Veloso o Bob Dylan. Estamos ahí, sobreviviendo, pero por pedir sí que me gustaría que se diera un poco más de luz a la música en España, sobre todo a esa que está un poco más en segundo plano. Si le preguntas a la gente qué grupos hay ahora en España, la mayoría no sabe ni lo que está pasando.
Con estos premios, más los que obtuvo por 'Atlántico', ¿se le puede considerar ya un referente del indie?
Me cuesta, porque para mí no existen esas fronteras. Me gustan estilos tan variopintos y tan distintos Ayer mismo estaba colaborando con Pedro Guerra en Madrid. Me gusta abrirme a cualquier escena musical, ritmo o tipo de canción. Me costaría decirte que sí rotundamente. Obviamente, a mí me tocó la escena independiente en España y es la gente con la que más me codeo. Pero en cuanto a mis gustos musicales y mis miras artísticas, pienso en términos más amplios.
En 'Paramales' tiene una receta para muchos males. Si está triste, por ejemplo: «Siempre entrará luz por algunas de estas grietas cuando cante mi canción».
Esa canción concretamente, 'Antídoto', habla del poder de la música. La música es muy poderosa, es un buen bálsamo y una forma de darle color a la vida. No solamente en los momentos malos, sino como potenciador de los días bonitos. La música, como canalización de las emociones, ha sido en mi vida fundamental y lo sigue siendo. Siempre fue una excelente compañera de viaje.
¿De qué le ha curado la música?
De muchas cosas, como a todo el mundo. Me ha hecho sentir bien muchas veces. Cuando tienes un mal día, te pones una canción y te sientes menos solo, parece que te comunicas con la persona que escribió esa canción en otro país y en otra época. Y luego, como compositor, ha sido una especie de terapia. Siempre he volcado en las letras y en las melodías mis emociones y he encontrado un espacio en la música que no encuentro día a día en la sociedad. Parece que la vida va tan rápida, es todo tan práctico y no hay tiempo para nada, que casi no hay lugar para contar y comunicarse a nivel emocional.
Cuando escribió 'Todo lo que merezcas', ¡tenía que estar muy cabreado!: «Que te falte el aire, que te ahogue el silencio y llores todos los días como me hiciste llorar a mí».
(Ríe) Es una canción que refleja un sentimiento puntual, tampoco es una declaración de principios. Es una manera de sacar los demonios y, en este caso, salió algo de mala baba y quedó registrada en una especie de ranchera con despecho. Es una letra que tampoco me representa, es como el punto negro del yin y el yang, pero tenía derecho a estar en el disco y ahí está.
Cuando se canta, es inevitable que cada uno le ponga un destinatario...
Porque todos hemos sentido eso alguna vez. Tampoco creo que sea una cosa para llevar hasta el final, mejor que se quede en canción, que nos desahoguemos todos con ella y punto. Pero mira, ahí la música me ayudó a, en vez de dar un puñetazo en la mesa, escribir una canción. Y te quedas con la mano intacta (ríe).
Es muy propia para este momento que vivimos. Podría servir para cantarle las cuarenta a más de uno.
Yo creo que la canción sale de eso, de haber aguantado, de no haber respondido nunca. Y dices, mira, lo siento pero hoy estoy hasta los huevos. Y me salió esa canción: por todas las cosas que no dije, ahora os vais a cagar.
En 2009 tuvo que romper con todo y marcharse a la otra punta del mundo para encontrarse. ¿Volvería a tomar una decisión tan drástica?
Totalmente, fue una de las experiencias más apasionantes de mi vida. Fue algo mágico que marcó mi carrera y mi vida para siempre. Hay una calma que no existía antes.
Y asumió un riesgo, un cambio de vida y de estilo. ¿Y si no gustaba el nuevo Xoel López?
De hecho fue algo que costó, no lo voy a negar: nuevo nombre, nueva etapa y en plena crisis. Yo estaba mucho más cómodo en el sentido económico y empresarial con Deluxe, pero esto fue una necesidad personal y artística. Pensé que tenía que ser sincero con ese sentimiento que tenía en aquel momento. Haber seguido con lo otro hubiera sido mantener algo que funciona, pero con lo que yo acabaría no sintiéndome a gusto.
Videoclip de la canción 'Patagonia'
Entonces, si por lo que sea, esto le satura o no se siente a gusto de nuevo, ¿volverá a marcharse?
Lo que pasa es ya volví de otra forma, más tranquilo. Ya no llevo un ritmo tan bestia... Y como tampoco hay exceso de trabajo, ya no da ni para estresarse siquiera (ríe), esalgo que se regula solo. Pero yo estoy mejor, trabajando lo justo y controlando a la bestia. Lo que no quiero es dejar de dedicarme a mi vida y de hacer canciones desde un lugar más tranquilo. Con Deluxe el último año era todo muy frenético, todo para ayer, y se complicaba mi vida personal. Eso es lo que no quiero perder ahora.
Porque, de hecho, ha sido padre hace muy poco.
Sí, además (ríe). Un buen momento, porque imagínate que lo hubiera sido antes. Uno necesita tiempo para ser un buen padre. Mi hijo tiene ahora un año y cuatro meses y me alegro de que haya nacido en esta época y no en la otra.
Y eso sí que cambia la vida.
Es el gran cambio de la vida, y además para siempre. Me sentía súper preparado para este momento y lo estoy disfrutando mucho
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