Diego El Cigala, durante una actuación en Madrid.

El Cigala ofrece un emotivo concierto horas después de la muerte de su mujer

El cantaor actuó en Los Ángeles en homenaje a su esposa, fallecida a causa de un cáncer

elcorreo.com

Jueves, 20 de agosto 2015, 18:44

Le pidió que no dejase de cantar, que pasara lo que pasara, siguiera en los escenarios. Y así lo hizo, en la que seguramente fue la noche más dura de su vida. Diego El Cigala saltó ayer al escenario en Los Ángeles para rendir homenaje ... a su esposa, Amparo Fernández, fallecida horas antes en Punta Cana. "Feliz de poder compartir con tanta gente buena y afición a la buena música. Tanto yo como mis compañeros estamos contentos y felices y, nada, darles las gracias por estar aquí", dijo el cantaor antes de comenzar el concierto. Se tranformó en artista y dejó sus penas olvidadas en el camerino. Era imposible que estuviera feliz, cómo iba a estarlo, si horas antes había fallecido la que fue su esposa durante 25 años, el pilar más férreo de su carrera.

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Pero en Los Ángeles cumplió la promesa que le hizo a Amparo. Con su mujer de cuerpo presente, se entregó como si nunca se hubiera subido a un escenario. Hubo espacio para el desgarro en Inolvidable y su mensaje a medida, "en la vida hay amores que nunca pueden olvidarse". En Vete de mí, hizo suyo un verso: "Tengo las manos tan deshechas de apretar que ni te puedo sujetar". "Para siempre los crespones. Ay, mi soledad. Ay, vuelve ya. Tú, vuelve ya", cantó el tema Soledad sin poder reprimir el llanto. Y la tensión creció con Está lloviendo ausencia: "Y nos despedimos así, como si nada, sin mirarnos, sin hablarnos, sin besarnos, sin tocarnos, nos despedimos así como si nada, cada uno a su camino, cada cual con su destino."

Amparo Fernández murió en Punta Cana, en el este de la República Dominicana, a consecuencia de un cáncer que sufría desde hace tiempo, pero que quiso mantener en la más estricta intimidad. Diego El Cigala, que residía con su familia en la República Dominicana desde 2013, llevaba más de 25 años casado con su esposa, con la que tenía dos hijos. El cantaor emprendió ayer el viaje de vuelta a República Dominicana, su lugar de residencia. Allí será la incineración de su mujer, la que por primera vez no estaba para felicitarle por su concierto. La ceremonia será en la más estricta intimidad en Punta Cana.

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