Tommy Bolin en un concierto en Japón con Deep Purple.

Tommy Bolin, el futuro que no fue

La leyenda del versátil guitarrista fallecido a los 25 años regresa con la reedición de 'Teaser', un disco clave del hard rock con influencias

Miguel Pérez

Sábado, 1 de agosto 2015, 01:04

El rock está plagado de historias tristes. De futuros prometedores que pudieron ser, pero que no fueron, consumidos por un modo salvaje de entender la música, la inspiración y la vida. Uno de los casos más radicales fue el de Tommy Bolin, excelente multiinstrumentista (tocaba la guitarra, los teclados y la batería) cuya llama se encendió y apagó en apenas siete años, entre 1969 y 1976, en que fue encontrado muerto por sobredosis en una habitación de hotel en Miami unas horas después de ofrecer un concierto. La leyenda de este artista que formó parte brevemente de la historia más feroz de Deep Purple puede recuperarse ahora con la reedición de 'Teaser', uno de sus dos discos en solitario, grabado hace 40 años, donde demuestra encontrarse en posesión de una insólita escuela de influencias pese a su juventud que le hizo vivir siempre como un extraño en el mundo del hard rock.

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Thomas Richard Bolin nació el 1 de agosto de 1951 en una ciudad del Estado de Iowa llamada Sioux City. A los 13 años tocaba la batería. Se pasó a la guitarra, luego al piano y, finalmente, regresó a las seis cuerdas. Siempre consideró que su primer error fue comprar una guitarra Silvertone en vez de una Les Paul que le ofrecieron por 75 dólares. Pocos errores más cometió en su vida artística, salvo quizá no haberse bajado a tiempo del caballo y otras sustancias. Toco en varias bandas aficionadas antes de ingresar en Zephyr, The James Gang y Deep Purple, sus grupos de referencia. Con la primera se situó en la órbita de Led Zeppelin como teloneros.

De Tommy Bolin destacan, y sorprenden, las compañías. Fue Brian Wilson quien le incitó a cantar además de tocar la guitarra. Durante un año acompañó a Albert King por decenas de salas de conciertos. El mítico bluesman le enseñó la grandeza y complicación de interpretar temas basados en notas simples sobre otros sostenidos sobre estructuras más complejas. Billy Cobham, baterista esencial en la historia de la jazz fusion, le reclamó en 1973. Joe Walsh le recomendó como su sustituto en The James Gang. Hablamos del mismo Joe Walsh que haría historia en Eagles. Y todo antes de alcanzar los 23 años.

En el propio 'Teaser' desfila una avalancha de músicos algunos entonces de sesión que terminarían convertidos en estrellas. Jeff Porcaro deja sentir su batería, Jan Hammer y David Sanborn intervienen en la jamaicana 'People People' y el mismísimo Phil Collins se encarga de la percusión en 'Savannah Woman', que desprende un aire 'jazzy' que Bolin dominaba con la misma soltura que sus riffs zeppelianos. Bolin, por cierto, toca en este álbum la guitarra y los teclados y se desdobla también hacia el blues, el funk y el heavy de autor. La edición de lujo de 'Teaser' incluye un álbum en directo que permite apreciar mucho mejor esta última acepción.

Paradójicamente, 'Teaser' se comercializó en noviembre de 1975, un mes después que 'Come Taste The Band', disco realizado por la alineación de Deep Purple que incluía a Bolin como sustituto de Ritchie Blackmore, la denominada Mark IV. De hecho, el guitarrista tuvo que simultanear la grabación de su álbum en solitario con los vuelos a Munich para tomar parte en el disco de la formación británica, a la que se había incorporado meses antes por invitación de David Coverdale y en medio del terremoto provocado por la marcha de Blackmore, seísmo que el legendario Ritchie se encargaba de alimentar mediante continuas entrevistas en los medios en las que alababa su nuevo proyecto, Rainbow.

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Puede pensarse que hubo un inmenso error de bulto que llevó a Bolin a competir consigo mismo con dos discos en el mercado. Pero nada más alejado de la realidad. 'Come Taste The Band' contenía un ejercicio musical arrollador en la línea de los Deep Purple más enérgicos y con un repertorio que apuntaba hacia nuevas direcciones en la trayectoria de Deep Purple. En cambio, 'Teaser' suponía un ejemplo de eclecticismo y de erudición donde Bolin podía manejar los sentimientos del público como si se tratara de una mesa de mezclas emocional alternando y fusionando diferentes estilos.

Es posible que esa especial sensibilidad o la aplastante dureza del circuito del hard rock en aquellos años le condujera a una vorágine letal. Imposible de clasificar, Bolin era una 'rara avis' del rock duro, un músico de culto cuyo álbum 'Teaser' tuvo una importancia clave en este mundo. Por otra parte, sobre él planeaba la sombra del Ritchie Blackmore. En una entrevista publicada dos meses antes de su fallecimiento, el guitarrista reconocía la presión que le había supuesto ocupar el puesto de un artista sobre el que había girado todo el peso de la mítica banda responsable de 'Highway Star' o 'Smoke on the Water'.

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La cumbre y el abismo llegaron al mismo tiempo en 1975. David Coverdale, Jon Lord, Ian Paice, Glenn Hughes y Tommy Bolin salen a la carretera. Inician la gira de 'Come Taste The Band'. Como es de suponer en los artífices de esa joya llamada 'Made in Japan', el tour es una auténtica espiral de desenfreno. Y se convierte en un infierno. Coverdale va a su bola, Bolin sufre una grave adicción a la heroina y Hughes padece lo propio con la cocaína. Las cosas se complican. Conciertos suspendidos. Broncas internas alentadas por egos desmedidos. Enfrentamientos con el público. Y Bolin, que se había ganado el respeto general (pocos han llegado a hacer suya 'Smoke on the Water' con su misma resolución), acaba por perder la voz debido al abuso del alcohol, deprimido como está por la ruptura con su novia, lo que le incapacita para hacer los coros. Antes de que acaba el año Deep Purple se disuelve. Y Bolin regresa a sus propios fueros.

Pero el futuro se acaba. El guitarrista forma su propio grupo, dispone de un segundo disco en el mercado, 'Private Eyes', lanzado en septiembre de 1976 y que contiene un encomiable repertorio pese al maltrecho estado de su autor. De nuevo, en una demostración de destreza sobre cómo un músico de rock puede diversificarse y no encasillarse en una única fórmula. Ventanas abiertas.

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Con el disco fresco en el mercado, la carretera vuelve a llamarle. El dinero le viene además muy bien. Así llega el 3 de diciembre. Esa noche toca antes que su amigo Jeff Beck en el frontón de Miami. Hay fotos suyas con Beck en el backstage del Jai Alai. Luego regresa al hotel con su novia. Esa fatídica madrugada fallece incapaz de superar una sobredosis. Tenía 25 años. Vive rápido, muere joven. Llevaba el anillo de Jimi Hendrix que su antigua novia había encontrado para él. Como una cruel paradoja, la última canción que interpretó esa noche fue 'Post Toastee', incluida en su último álbum y que alerta sobre los peligros de la heroína.

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