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Carlos Benito
Lunes, 16 de marzo 2015, 10:47
Joan Baez suele decir que contempla su carrera como un conjunto y que le cuesta recordar los conciertos de manera específica: al fin y al cabo, grabó su primer disco en pleno 1960, cuando ni siquiera había cumplido los 20, así que parece lógico que ... los rasgos distintivos de cada actuación se hayan ido disolviendo en ese océano temporal y musical de más de medio siglo. Pero seguro que en su memoria ha quedado algo de su visita a Bilbao en 1988, porque no se trató de un bolo nada convencional. O, al menos, no lo fueron sus circunstancias, un barullo rocambolesco y desconcertante que mantuvo pendientes a los bilbaínos durante unos cuantos días.
A modo de aperitivo para su cita de este martes en el Euskalduna, rebobinemos hasta la época del alcalde José María Gorordo, a quien algunos llegaron a apodar Gorordo Productions por su talento de empresario circense a la hora de organizar eventos con tirón popular: desde la campaña electoral con desfile de elefantes por la Gran Vía, hasta aquella memorable Nochevieja con la incontenible Sabrina en El Arenal, pasando por un concierto de Bruce Springsteen que le falló por poco. En el verano de 1988, Joan Baez fue su gran apuesta: la 'reina de la canción protesta' iba a ofrecer en la plaza de toros un "espectáculo histórico", según la descripción adelantada por el concejal de Cultura, Mikel Ortiz de Arratia, y de él saldría un álbum en directo titulado 'Live In Bilbao'. Se editarían más de cinco millones de copias del disco, en que iba a participar además de los sudafricanos Ladysmith Black Mambazo y la argentina Mercedes Sosa, acompañantes de Joan Baez el mismísimo Joan Manuel Serrat como invitado especial.
Así que, cuando llegó a tierras vizcaínas, la artista estadounidense hija de un mexicano y una escocesa se encontró con un recibimiento al que no estaba acostumbrada. La Banda Municipal de Txistularis estaba esperándola en pleno aeropuerto de Sondika, para acompañar el aurresku en su honor. "Nunca antes había visto nada así", se asombró la artista. Como se ve en una de las fotos que acompañan estas líneas, le entregaron obsequios como una reproducción en miniatura del Arriaga, uno de esos 'souvenirs' oficiales que mueven inevitablemente a cierta melancolía: a saber dónde acabaría ese teatrito. Y, el 30 de junio, víspera del concierto, estalló la bomba durante la rueda de prensa oficial. "Joan Baez va a grabar un disco que en portada llevará 'Live From Bilbao', que significa que el nombre de la villa de Bilbao va a expandirse por todo el mundo con una voz y una profesional de la categoría de Joan Baez, y eso es muy importante para Bilbao. Esto el pueblo de Bilbao no lo olvidará", se congratuló el alcalde. Momentos después, Joan Baez tomó la palabra: "Se ha anunciado que se va a grabar un disco en vivo de este concierto, pero ha sido un malentendido, porque lo que se grabará es un programa para Televisión Española a fin de transmitirlo a toda España", soltó la cantante, que no entendía ese lío mareante montado a su alrededor. "Los rumores son infundados", añadió. Y puso la guinda aclarando que Serrat no iba a venir porque estaba de vacaciones con la familia.
Las almas fugitivas
"Cuando Joan Baez dijo ayer que no tenía ninguna intención de grabar un disco, las almas de Gorordo y Ortiz de Arratia abandonaron sus cuerpos", relataba Toño González Carrera en este periódico. El concejal de Cultura trató de zafarse del bochorno comentando que "las cosas de la música son así, son algo cambiantes". El concierto, de todas formas, fue un éxito, con un repertorio basado fundamentalmente en versiones: el 'No Woman No Cry' de Bob Marley, el 'Famous Blue Raincoat', de Leonard Cohen, el 'Let It Be' de los Beatles y un 'grandes éxitos' del folk concienciado latinoamericano, con himnos como 'Gracias a la vida' o 'No nos moverán'. El momento más emocionante fue su interpretación de 'Txoria txori', de Mikel Laboa, un detalle que puso los pelos de punta a los presentes en Vista Alegre.
El caso es que, meses después, un poco misteriosamente, el disco acabó saliendo: a lo mejor tenía razón el edil y las cosas de la música son algo cambiantes. No se tituló 'Live In Bilbao' sino 'Diamonds & Rust In The Bullring' (algo así como 'Diamantes y óxido en la plaza de toros') y llevaba la cara A con canciones en inglés y la B dedicada a las canciones en castellano y al 'Txoria txori' de Laboa, del que la carpeta informaba erróneamente que se trataba de un tema en catalán. "Ya está aquí el famoso disco de Joan Baez dedicado a Bilbao que parecía no existir, el que nos llevó un momento a la sospecha de que ni siquiera existía Joan Baez y todo era un invento municipal", ironizaba en EL CORREO el cronista Luciano Rincón. El Ayuntamiento culpó del embrollo a un fallo de comunicación entre la artista y su mánager, pero algunos puntos intrigantes jamás llegaron a aclararse: se dio por hecho que la grabación procedía del registro que había hecho TVE, pero los responsables de ventas del ente aseguraron que no habían vendido las cintas. Dentro de la inabarcable discografía de Joan Baez, el álbum bilbaíno siempre ha sido una referencia oscura, que desde luego nunca se acercó a los cinco millones de copias. Al año siguiente, en junio de 1989, Joan Baez regresó a la villa, dio las gracias al alcalde por sus atenciones y ofreció otro concierto en Vista Alegre, con Mikel Laboa como invitado estelar y entradas a quinientas pesetas.
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