El Bellas Artes restaura 'Festín burlesco', una de sus obras más valiosas y corrosivas

Además de estos avales, reunía todas las condiciones para ser una obra del singular maestro flamenco, por su estilo y la misma visión corrosiva sobre la naturaleza humana, siempre dispuesta para el pecado. Años más tarde, descubrieron que no era del célebre pintor, sino de uno de sus más dotados seguidores, Jan Mandijn.

Después de algunos meses en los talleres, el cuadro de Mandijn se ha presentado con sus colores muy mejorados, más nítidos debido a la restauración de los técnicos del museo, dirigidos por María José Ruiz-Ozaita. Además del 'Festín burlesco', una de las estrellas de la colección bilbaína, se ha restaurado en este año una pintura de Alberto Arrúe que entró como una donación particular en 2014 en un «grave estado de deterioro», según Ruiz-Ozaita.

Dos cuadros de Vicente Ameztoy en uno de ellos, Carlos Arias Navarro, presidente español cuando murió Franco, aparece vestido de poxpolina-, una pintura sobre cobre de Antonio González Ruiz y varias obras sobre papel completan el trabajo de restauración en 2016, patrocinado por la Fundación Iberdrola, lo mismo que una beca en este departamento del museo.

En el acto de presentación de estas piezas han participado el presidente de esta fundación, Manuel Marín; el director del museo, Javier Viar y el diputado general de Bizkaia y presidente del patronato, Unai Rementeria.