Al menos «4.000 personas» que recurren al Banco de Alimentos de Bizkaia (BAB) para poder comer pueden «quedarse fuera» del reparto. La distribución de fondos procedentes de la Unión Europea que hace el Gobierno central es una pieza clave en el suministro de bienes ... de primera necesidad a los hogares más desfavorecidos, pero los cambios introducidos por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 para este año, aprobados por unanimidad por todas las comunidades autónomas en un consejo territorial en 2021, «excluyen» a una parte nada desdeñable de los beneficiarios.
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Son tres las modificaciones de más calado introducidas para las entregas de 2024. La primera, explica Luis Crovetto, presidente de la entidad con sede en Basauri, es «que antes la mitad la repartíamos nosotros y la otra mitad Cruz Roja, y ahora se encargará de todo Cruz Roja». El año pasado, por ejemplo, llegaron a la provincia 589.585,56 kilos de alimentos, valorados en algo más un millón de euros.
589.855 kilos
procedentes de los fondos europeos se repartieron el pasado año en Bizkaia.
La segunda, que en lugar de repartir directamente los alimentos en especie, se entregarán tarjetas monedero que podrán ser usadas directamente en los supermercados, algo que, si bien en el Ministerio entienden que «es un modelo menos estigmatizante» porque evita ir a las colas del hambre, y permite además optar a «alimentos frescos», en los bancos de alimentos creen que es negativo. La razón es que «la compra conjunta» se traduce en costes «más baratos», pero, de esta manera, los beneficiarios acudirán a los negocios adheridos, «que no hay en todos los municipios», y adquirirán los alimentos al precio de mercado.
Y el tercer cambio, el que más preocupa a Crovetto, es que los cheques se destinarán a familias en situación de más vulnerabilidad y con menores a su cargo. «Es muy grave, porque nos vamos a encontrar con un número importante de personas que no tienen hijos que van a dejar de estar acogidas», lamenta el responsable del Banco de Alimentos de Bizkaia.
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En el caso de su entidad, de las cerca de 11.000 personas que reciben lotes sufragados con los fondos de la UE, «un 40% no podrán seguir haciéndolo». «¿Con qué medios vamos a darles alimentos?», se pregunta el presidente de la organización, que reconoce que «no sabemos bien cómo hacer frente» a esta situación. Porque su intención es «seguir» ofreciéndoles apoyo. «Estamos en conversaciones con el Gobierno vasco a ver cómo se puede paliar esas carencias», afirma Crovetto.
Portavoces del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 insisten, sin embargo, en que la Comisión Europea marcaba que este programa debe centrarse en «luchar contra la pobreza infantil». En cualquier caso, precisan, el fondo europeo, además del presupuesto para estas tarjetas monedero -que asciende a 95,4 millones de euros, 3,4 de ellos en Euskadi- incluye «una partida específica para las comunidades autónomas» de 37,52 para el período 2021-2027.
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Los gobiernos regionales pueden «usar esa parte» para las personas que no se beneficiarán de las tarjetas monedero, que, en función del número de miembros de la unidad de convivencia, percibirán entre 130 y 220 euros al mes. Esas cifras, insisten además desde la cartera que ostenta Pablo Bustinduy, son «muy superiores» a las entregas que se realizaban desde los bancos de alimentos. Este nuevo sistema está arrancando. «Ahora es el turno de las comunidades autónomas de identificar a las familias y derivarlas a Cruz Roja», aclaran desde el Ministerio.
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