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Más allá del nombre de los aspirantes a la alcaldía, en algunos ayuntamientos vizcaínos la mirada está puesta en el padrón. Hasta cuatro municipios del territorio están a punto de ganar concejales con todas las consecuencias que eso tiene, especialmente económicas. Pese a la crisis ... demográfica que azota Bizkaia, Urduliz, Arrankudiaga, Maruri Jatabe y Ereño están creciendo.
Aunque el censo que tomará como referencia la Junta Electoral será el que le traslade el Instituto Nacional de Estadística a finales de marzo -justo dos meses antes de los comicios-, la tendencia ya advierte de lo que, salvo giro de guion, está a punto de ocurrir.
En el caso de Urduliz, la población rondaba los 4.500 habitantes en 2019 y el pasado diciembre ya superaba los 5.000. Esto supondrá pasar de 11 a 13 concejales la próxima legislatura. Arrankudiaga y Maruri Jatabe , que llevan años rondando el millar de habitantes por fin han conseguido superar esa cifra, lo que les permitirá elevar de 7 a 9 ediles su corporación en el periodo 2023-2027. La última duda es la de Ereño. Pasar de 245 residentes a 267 le permitirá contar con 7 concejales en vez de 5.
La Ley Electoral fija nueve escalafones para el reparto de concejales en función de la población. A los municipios de hasta 250 habitantes les corresponden 5; para el tramo 251-1.000 son 7; entre 1.001 y 2.000 se eligen 9; tener entre 2.001 y 5.000 empadronados supone 11 ediles; entre 5.001 y 10.000 corresponden 13; hasta 20.000 serían 17; entre 20.001 y 50.000 tocan 21; a la franja 50.0001-100.000 le corresponden 25. A partir de 100.001 vecinos se sumará un edil cada 100.000 personas y otro más cuando el resultado sea par.
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