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Las persistentes e intensas lluvias caídas este jueves pasaron dura factura en Bizkaia. Y fue en Muxika donde se llevaron la peor parte: 26 litros por metro cuadrado en solo una hora, casi un tercio de la cantidad acumulada durante todo el día ( ... 79 litros). Una tromba de agua que sorprendió a los vecinos, que no habían recibido «ningún aviso» de lo que se avecinaba. «Nadie se esperaba algo así», afirmó el alcalde de la localidad, Aitor Goldaraz, al final de una jornada que calificó de «desastre».
La normalidad ha vuelto ya a la zona, tras una noche de calma tensa, y los vecinos y autoridades municipales se preparan para las tareas de limpieza y evaluación de daños en una localidad convertida hoy en un lodazal. La diputada de Administración Pública y Relaciones Institucionales, Ibone Bengoetxea, se ha desplazado este mediodía hasta Muxika para conocer el alcance de los daños y el trabajo que están realizado los bomberos de la Diputación Foral de Bizkaia.
Asimismo, la diputada se ha reunido en el Ayuntamiento con los concejales y el alcalde, Aitor Goldaraz, a quienes ha trasladado la información relativa a las ayudas por imprevistos que la Diputación Foral de Bizkaia pone a disposición de los municipios en casos como éste. Bengoetxea ha reconocido, además, el trabajo llevado a cabo por los servicios de emergencia y, concretamente, por el Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento de la Diputación. «Siempre responden con gran profesionalidad y haciendo las cosas a tiempo y bien. Y por eso, a pesar de ser su trabajo, quería agradecérselo», ha subrayado.
El Departamento de Seguridad ha desactivado a primera hora de este viernes el Plan de Inundaciones, al remitir las lluvias. Sin embargo, las consecuencias aún afectan a la red de transportes. Esta mañana continuaba cortada la línea de Euskotren entre Gernika y Bermeo debido a los estragos del agua y como medida de precaución, pero finalmente el servicio, que se efectuaba con autobuses, ha vuelto a la normalidad sobre las dos de la tarde.
Ha sido una madrugada larga para los servicios de emergencia que han seguido trabajando para minimizar los riesgos a la población. Especialmente atentos a la evolución del caudal en el río Butrón, en Gatika, el único que ha seguido subiendo durante la noche hasta alcanzar el nivel naranja (con una altura de 6,45 metros) sobre las cinco de la madrugada. Afortunadamente, ya ha descendido a nivel amarillo y la BI-634 que permanecía cortada desde la una de la madrugada ha podido ser reabierta sobre las 8,30 horas.
Los bomberos se afanan esta manana en achicar agua de lonjas, talleres y garajes completamete anegados por el barro y el agua que, en algunos locales, llega hasta el metro de altura. Harán falta varios días para que los vecinos más afectados recuperen la normalidad.
Las lluvias se vieron agravadas en la tarde de ayer por la confluencia del río Oka, que alcanzó el nivel naranja de desbordamiento, y el Elizalde. La riada provocó inmensas balsas de agua que atraparon a numerosos conductores. En la BI-635, en el tramo entre el municipio y Gernika, donde los Bomberos tuvieron que rescatar a varias personas de dentro sus vehículos.
La salida del Oka no solo afectó al tráfico rodado; también al servicio de tren que aún no se ha restablecido y se realiza en autobús entre Muxika y Gernika y entre esta localidad y Amorebieta, según ha iinformado Euskotren.En torno a las ocho menos cuarto de la tarde, un cambio de agujas se inundó en Zugastieta. Las unidades no podían continuar y tuvieron que darse la vuelta, por lo que los pasajeros fueron trasbordados a autobuses. Poco antes de las nueve de la noche, Euskotren envió un tren de reconocimiento - sin pasajeros- para comprobar el estado del tramo afectado. A la altura de Muxika, bidones, coches y maderas arrastradas por la riada le cerraron el paso.
Ya por la noche, el Oka seguía discurriendo con fuerza a su paso por Gernika, donde se desbordó en algunos puntos, como en las zonas aledañas al río, en la estación de tren y en los alrededores del Ayuntamiento. En torno a las 21.00 horas, el caudal se había estabilizado y comenzó a descender.
Durante la madrugada se han registrado desprendimiento en la BI-3213 en Herrigoiti, en la BI-3111 a la altura de Maruri y en la BI-3152 en Bakio, por lo que fueron cortadas al tráfico.
Los servicios de emergencia activaron a las 19.00 horas el nivel amarillo para varios caudales vizcaínos: el Asua, a su paso por Sangroniz, en el Txorierri; el Gobela y el Estepona, que a las 20.30 horas ya habían descendido a nivel verde en Larrainazubi y Bakio respectivamente; y el Ibaizabal y el Butrón, que alcanzaron la alerta naranja en Amorebieta y en Mungia. Este último ha seguido ascendiendo hasta las 5 de la madrugada, para estabilizarse a partir de esa hora.
Precisamente, el Butrón se salió por la carretera BI-2120 entre Bilbao y Plentzia, entre los municipios de Birle y Maruri-Jatabe, por lo que el tráfico se desvió por el barrio de Markaida, según informó la Policía Municipal de Mungia. El acceso a esta vía, la salida 19 de la BI-631 también fue cerrada.
Además de problema en los ríos, en Carranza las lluvias provocaron el desbordamiento de la balsa de Argañeda -construida para almacenar el agua de lluvia y abastecer a la zona durante el verano-; en Erandio, en la BI-735 se interrumpió el tránsito de vehículos y en la BI-737 se recomendó circular con precaución; y numerosas carreteras secundarias y vecinales también experimentaron problemas en la circulación.
En Mungia, informa la Policía Local, el temporal generó importantes balsas de agua y desprendimientos, especialmente en las carreteras secundarias y de acceso vecinal a viviendas unifamiliares, y se recomendó a la población no pasear por zonas cercanas al río. En Bermeo, el tramo de Euskotren entre Bermeo y Amorebieta fue suspendido y se realizó en autobús por Sollube.
Las precipitaciones fueron las protagonistas de una «jornada inestable de ambiente invernal», según Euskalmet. También en el interior, pero en forma de nieve, lo que llevó al cierre al tráfico rodado en el puerto de Urkiola. A estas horas, sigue activado el plan de vialidad invernal y aunque está toda la red abierta se pide precaución en los puertos de Autzagana, Kurtzeta, Orduña y Urkiola.
También en el alto de Trabakua, que se vistió de blanco a primera hora de la tarde de este jueves, cuando la cota de nieve descendió hasta los 400 metros (se esperaba que no descendiese de los 600), cubriendo también las proximidades de municipios como Ermua.
Las precipitaciones, ya sea en forma de agua, granizo o nieve, seguirán siendo la constante de un fin de semana «revuelto». Hoy las lluvias serán solo débiles y ocasionales e irán remitiendo en la mayor parte de las comarcas. Además, subirán ligeramente las temperaturas (con ligeras heladas en Álava) y la cota de nieve, que se situará entre los 1.000 y 1.200 metros.
El sábado, sin embargo, volverá a llover de forma persistente, sobre todo por la tarde, cuando la cota de nieve volverá a descender hasta los 800 metros. En el termómetro, bajarán las temperaturas diurnas y las mínimas subirán ligeramente. El viento soplará con rachas fuertes y muy fuertes en el litoral y áreas de montaña. Para el domingo la predicción es similar, con precipitaciones especialmente en la primera parte del día y el mercurio estancado.
A pesar de las alertas y de la nieve que ha caído estos últimos días, el arranque de este invierno en Euskadi está siendo muy húmedo y también más cálido de lo normal. Según datos facilitados este jueves por Aemet, solo ha hecho frío los últimos días.
Aunque en Bilbao es la capital en la que menos se ha notado el cambio, las cifras, aún así, son significativas: entre el 21 de diciembre y el 10 de enero se han recogido 138 l/m2, cuando lo habitual son 84. La temperatura media ha sido de 11º, cuando el valor normal son 9,9º.
En Vitoria se ha más que duplicado la lluvia caída en el arranque del invierno 2018. En las mismas fechas, hasta ayer, ha habido 104 litros por metro cuadrado de lluvia, cuando lo normal son 46. Igualmente, la temperatura media ha sido de 6,7º, cuando el valor medio es de 5,1º.
Similar situación en San Sebastián, donde han recogido 197 litros por metros cuadrado de lluvia, cuando lo normal son 99. También ha sido muy cálido, con una temperatura media de 9,9 grados, cuando lo habitual son 8,7º.
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