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Protesta de trabajadoras de las conserveras en Bermeo el pasado mes de noviembre. I. Astui
Trabajadoras de las conserveras piden un salario mínimo de 1.400 euros

Trabajadoras de las conserveras piden un salario mínimo de 1.400 euros

Reivindican en Bermeo condiciones laborales «dignas y equitativas», además de «dar pasos hacia una semana laboral de 30 horas»

Iratxe Astui

Jueves, 27 de enero 2022, 22:11

Trabajadoras de las conserveras de Bermeo reivindicaron ayer de nuevo la mejora de sus consiciones laborales en un sector en el que «las mujeres somos la principal mano de obra», recordaron. Las operarias, que el pasado mes de noviembre protagonizaron también una jornada de huelga en la villa marinera, defendieron también la necesidad de «dar pasos en la consecución de un salario mínimo de 1.400 euros, así como en el camino de una semana laboral con un máximo de 30 horas».

La exigencia de un convenio digno para las conserveras de pescado se enmarcó ayer en la jornada de protesta convocada en Busturialdea, en el marco del calendario de la smovilizaciones que lleva a cabo estos días por las comarcas vizcaínas contra la reforma laboral en el País Vasco. «No responde a las necesidades de nuestros trabajadores», criticaron desde LAB ayer en Bermeo.

Varios empleados de las industrias conserveras erradicadas en al localidad costera y representantes del sindicato vasco protagonizaron a lo largo de la mañana una caravana de vehículos que partió desde la antigua fábrica de armas Astra de Gernika y culminó en el polígono industrial de Landabaso de Bermeo, donde se concentra el mayor número de las fábricas de conservas de pescado de la villa marinera.

«En sectores feminizados como las conserveras es donde sus empleadas más sufren la opresión», criticaron durante la concentración, que tuvo lugar al mediodía frente a algunas de las firmas dedicadas a esta actividad en la localidad costera.

«Los empresarios se aprovechan de estas trabajadoras con la limitación de sus derechos laborales y así pueden llenarse los bolsillos a su costa», añadieron desde el sindicato abertzale.

Las operarias de las fábricas de Busturialdea y Lea Artibai llevaron a cabo a finales del pasado mes de noviembre una jornada de huelga, tras el fracaso de la última reunión de la mesa negociadora del convenio territorial. «Estamos hartas de sufrir tanta precariedad, cobrar un sueldo mileurista y soportar la brecha de género entre hombres y mujeres», protestaron. Desde el sector de la conservas y salazones exigieron, de hecho, condiciones y jornales «dignas y equitativas», insistieron.

«Carga de trabajo»

Durante su recorrido por la comarca de Busturialdea, a golpe de bocinazos, y bajo el lema 'No a la reforma laboral', representantes de LAB aprovecharon también para realizar un alto en el camino frente a la residencia Egoitz Alai con el fin de señalar también la «irregular» situación de las mujeres en los sectores de cuidados a las personas mayores. «Soportan una carga de trabajo enorme, no respetan sus descansos y les cambian en todo momento los calendarios laborales» aseguraron desde el sindicato abertzale. «Por si fuera poco, la pandemia ha contribuido a empeorar aún más sus condiciones laborales, lo que afecta a la acogida que prestan a los residentes», denunciaron.

Desde el sindicato animaron a la lucha obrera «para pelear por los derechos de los trabajadores». Asimismo, llamaron a acudir el próximo domingo a la manifestación convocada por la mayoría sindical vasca –ELA, CC OO, LAB y UGT– en Bilbao para mostrar el rechazo a la reforma laboral y defender el marco vasco de relaciones laborales. La movilización partirá al mediodía desde la plaza Moyua de la capital vizcaína.

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