2.000 toneladas de compost al año para abonar huertas y jardines

El presidente del órgano supramunicipal, Koldo Goitia, ha informado que el compostaje que se generé será distribuido a partes iguales entre los vecinos, explotaciones agrarias de la zona y los jardines públicos. «Entrará a funcionar a primeros de 2023 de manera provisional para llegar al pleno rendimiento para Semana Santa», añadió el máximo responsable de la entidad.

Para uno de los principales productores de frutas y hortalizas de Lea Artibai, Alejandro Arrieta, los beneficios del compost son indudables. «Si tú cuidas la tierra, te devuelve con creces lo que le das», aseguró. «Es un producto muy rico en nutrientes y microorganismos que te permite mantener el equilibrio natural y que se nota en las plantas y verduras que crecen mucho mejores y más sanas», señaló.

Arrieta que ha utilizado abono natural toda la vida, recalcó además que el compost ayuda a que la tierra se airee mejor y mantenga la humedad, «por lo que hace falta regar menos». Además de ser una forma de apostar por mantener el equilibrio «y alejarse de producciones intensivas» , «contribuye muchísimo al reciclaje, a que haya que tratar menos basura», argumentó.

La sociedad foral Garbiker, que ayer visitó las instalaciones para comprobar su puesta a punto, se ha encargado de preparar la planta y los equipamientos necesarios tras una inversión económica cercana al millón de euros; 300.000 en obras de mejora y otros 700.000 en equipamientos. Con el fin de reducir al máximo las necesidades de espacio para el desarrollo del tratamiento, se ha apostado por un sistema de compostaje vertical. que se puede ubicarse en el exterior sin necesidad de grandes adaptaciones.

El depósito marrón de recogida selectiva de materia orgánica, incluida la carne y pescado, comenzó hace seis años en Bizkaia con un proyecto pionero en las localidades que integran la Mancomunidad. Desde entonces, tanto los enclaves de más de 5.000 habitantes –Ondarroa, Lekeitio y Markina–, como los más pequeños –Berriatua, Etxebarria, Bolibar e Ispaster, además de Mendexa y Gizaburuaga– se han situado a la cabeza de la producción de abono natural para la tierra y los suelos destinados a la jardinería y agricultura en general.

Según los últimos datos de la entidad supramunicipal, un total de 9.000 familias participan de manera activa en este método de reciclaje. Desde su implantación se han ido sumando centros escolares, restaurantes y sociedades gastronómicas de manera progresiva.