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Dos arrantzales manipulan una red en un pesquero del puerto de Ondarroa. Maika Salguero
Una segunda vida para las 6.000 toneladas de redes desechadas por la flota vasca

Una segunda vida para las 6.000 toneladas de redes desechadas por la flota vasca

Un proyecto innovador del clúster vasco de Medio Ambiente planea reciclar los aparejos para componentes de automoción y mobiliario

Mirari Artime

Jueves, 28 de marzo 2024, 15:17

¿Qué ocurre con las redes de pesca cuando dejan de servir para su función original de ayudar a la flota pesquera a capturar sus piezas? Hace no tanto tiempo, se convertían en un residuo más, pero en la actualidad para las nasas que resultan inservibles se buscan distintas alternativas.

Según un exhaustivo análisis llevado a cabo por la firma Birziplastik, se estima que sólo en Bermeo se generan aproximadamente 1.000 toneladas de redes de poliamida posconsumo anualmente. Además, durante el proceso de fabricación, calculan que se produce un excedente de más de 10 toneladas al año.

«Sumado a las de los puertos menores del País Vasco, se considera que la cantidad total asciende a más de 6.000 toneladas, por lo que la urgencia no solo reside en la necesidad de gestionar y revalorizar estos residuos, sino en hacerlo de manera sostenible», señalan.

Con ese objetivo, desde el clúster vasco de Medio Ambiente se ha puesto en marcha un proyecto para reutilizar las nasas de cara a sus aplicaciones en mobiliario y automoción. Bautizado como Birsare cuenta con la participación del centro tecnológico Leartiker, el Clúster Aclima, la startup Birziplastik, además del Centro Tecnológico MIK, Plásticos Clossa y el CEP – Centro Español de Plásticos.

«El objetivo es analizar y desarrollar nuevas cadenas de valor circulares que impacten de manera positiva en áreas como la salud y bienestar y la vida submarina», indican.

De momento, aunque no procedan de los puertos de Bermeo y Ondarroa, ya existen ejemplos como el del grupo automovilístico alemán BMW que incorporará molduras hechas con plástico generado con un 30% de redes y cuerdas de pesca recicladas en la próxima generación de modelos de la compañía ('Neue Klasse') que se lanzarán desde 2025, según ha informado la empresa. De esta manera, se suma al camino por reducir la necesidad de plásticos primarios derivados del petróleo y en la lucha contra la contaminación de los océanos.

Transformación

En el marco del proyecto Birsare se recogerán redes de pesca que ya no pueden ser utilizadas y se revalorizarán mediante un proceso innovador en seco «eliminando así la necesidad de un elevado consumo de agua y posicionándose como una alternativa más sostenible», explican.

Posteriormente, «se transformará en un material conocido como grazna del que se investigará y desarrollará su formulación más adecuada para una nueva materia prima reciclada con las propiedades físico-químicas idóneas para su uso en la industria plástica», indican. Para lograrlo, se han seleccionado dos productos una pieza de mobiliario y otra de automoción.

Entre las diferentes propuestas que se han llevado a cabo para resolver el problema de las redes de pesca usadas también figura el proyecto Circularseas, llevado a cabo por Leartiker en el que se experimentó el reciclaje de estos enmalles para la fabricación de portaprecios de identificación de pescado del país con tecnología 3D.

«Afortunadamente cada día hay más diseñadores, fabricantes y marcas de moda que apuestan por ofrecer a sus clientes prendas a partir de tejidos elaborados con fibras textiles procedentes del reciclaje de redes. Incluso, la industria del automóvil, se está incorporando a esta tendencia», señalan desde el colectivo ecologista Eguzki.

Según distintos informes la cantidad aparejos de pesca que se pierden anualmente en el mar supone un peso del orden del 10% de los materiales que se acumulan cada año en los océanos.

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