
Para los feligreses de la parroquia de Ondarroa llueve sobre mojado. En apenas dos meses, los ladrones han vuelto a saquear uno de los templos ... del municipio. En esta ocasión, se han ensañado con la iglesia Andra Mari de donde se han llevado hasta los pendientes y los anillos de la Virgen de la Inmaculada.
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Los responsables de la parroquia descubrieron los daños en la mañana del pasado viernes. Al parecer, los autores emplearon una barra de hierro, que posteriormente abandonaron en el lugar, con la que reventaron una de las puertas laterales para acceder al recinto. Una vez dentro, revolvieron los cajones y armarios de la sacristía, destrozaron con saña los cepillos donde los fieles depositan los donativos y arrancaron las joyas que lucía la figura de la Virgen. «Han provocado importantes daños materiales que ahora nos obligan a blindar la parroquia», señalaron voluntarios que se encargan de cuidar el templo católico del siglo XV. «Reforzaremos las medidas de seguridad, con toda probabilidad se colocarán verjas metálicas en las puertas», añadieron.
Los autores del asalto no encontraron dinero. No obstante, se llevaron un lote de piezas y joyas de gran valor simbólico para la comunidad religiosa «porque son donativos de personas creyentes». Además de dos pares de pendientes y otros tantos de anillos, se apropiaron de cuatro rosarios de plata, una cadena de oro y dos copones que se utilizan para la Comunión que localizaron tras romper la cerradura del sagrario.
«Seguramente, no tendrán mucho valor económico, pero para la iglesia tenían un importante significado», recalcaron. «Además, nos impactó mucho la manera en la que nos encontramos la iglesia, con restos de los rosarios en las manos de la Virgen tras ser arrancada, todo medio destrozado y en especial el estado en que quedó la sacristía», explicaron.
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«El perjuicio sentimental es muy grande», reiteraron. La parroquia ha interpuesto la correspondiente denuncia y han expresado sentirse «muy enfadados y dolidos» por volver a sufrir este tipo de ataques. De hecho, a finales del pasado mes de diciembre tuvieron que instalar cámaras de seguridad en la ermita de la Antigua, patrona de la localidad, tras registrarse el sexto robo en un año en el que también sustrajeron, entre otros, la corona de la Virgen y del Niño Jesús.
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