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Iratxe Astui
Gernika-Lumo
Domingo, 6 de octubre 2024, 16:36
La feria ganadera del Primer Lunes de Octubre en Gernika vuelve a ser el escenario en el que la raza pirenaica se sube a lo más alto para exhibir su fortaleza y calidad. Tras superar el «complicado» año 2023 por la falta de pienso y los estragos de la fiebre hemorrágica, los ganaderos celebran en la villa foral la mejora en la situación del sector, aunque en algunos casos hayan advertido en sus animales efectos secundarios de la transmisión de la enfermedad por el mosquito. «A varios de los que pasaron la fiebre les ha dejado secuelas como cojeras, cascos agrietados y problemas de fertilidad», comentó este domingo Koldo Bilbao, coordinador de la cita ganadera de la villa foral.
No obstante, las explotaciones han vivido este último año «como un alivio», después de la inmunización generalizada del ganado y el registro en la última primavera de una climatología favorable para la producción de buen pasto con el que alimentar a las reses. «Resistimos y seguimos adelante», coinciden en afirmar los productores vascos de vacuno pirenaico.
De hecho, la feria del Primer Lunes de Octubre de Gernika, que mañana celebra su segunda jornada, concentra desde el domingo lo más selecto de la elite de esta raza autóctona.
En el recinto habilitado un año más en el aparcamiento de Santa Ana de la localidad vizcaína se expone en total 105 cabezas de vacuno, en su mayoría hembras, que llaman la atención no solo por su imponente morfología, sino también por su resistencia y capacidad de adaptación. «Sin duda, la raza goza de muy buena salud y contamos con un árbol genealógico centenario; el más antiguo del Estado», destacó también Patxi Aranalde, secretario ejecutivo de la confederación CONASPI, referente en el sector ganadero.
Euskadi cuenta en la actualidad con alrededor de 5.000 cabezas de reses pirenaicas procedentes de un total de 225 cuadras, mientras que Navarra aporta unas 13.000 cabezas más criadas en 400 explotaciones. Además de convertirse en un punto de encuentro de ganaderos, la feria gernikarra queda marcada en el calendario como en uno de los más importantes escaparates de la raza, junto a la plaza de Elizondo (Navarra). Sus asistentes celebran también «el relevo generacional»; otro de los principales retos para la ganadería vasca en los últimos años.
En este sentido, la presencia en Gernika de jóvenes criadores como Joritz Arbaiza, de Orozko, demuestra que la pasión por la pirenaica no está perdida.
«Mi hermano y yo tenemos claro que nos dedicaremos a esta actividad porque la hemos mamado desde niños en el caserío», señalaba ayer a EL CORREO. «Eso sí, te tiene que gustar mucho este mundo porque de otra manera no te metes en esto», aseguró por otra parte.
La jornada festiva del Primer Lunes de Gernika sacará a desfilar a las «bellezas» de la pirenaica. El jurado del certamen, que este año cumple su trigésimo séptima edición, seleccionara a la mejor hembra, al mejor toro y a la ganadería que presente el lote de animales más completo, que el pasado año recayó en manos del iurretarra Jon Koldo Bikandi.
Los responsables del autonómico de la raza pirenaica también designarán la mejor hembra de inseminación artificial. «Hay tal nivel de animales que resulta difícil la elección», afirman los expertos. El mercado, con una veintena de puestos será otra de las atracciones del día.
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