El reloj de la iglesia Gabika de Ereño vuelve a marcar las horas tras más de cuatro décadas en silencio

El reloj de la iglesia del barrio Gabika de Ereño vuelve a marcar las horas tras permanecer durante más de cuatro décadas en completo silencio y con sus manillas estáticas. El acontecimiento ha sido celebrado este jueves, al mediodía, por los vecinos de la pequeña localidad de la comarca que Busturialdea, que han participado en una misa para conmemorar la festividad de Todos los Fieles Difuntos, oficiada por el Obispo de Bilbao, Joseba Segura.

«No destaca tanto por su antigüedad, sino porque es un ejemplo de la época de transición de la herrería a la mecánica», destacó Xabier Yeregui, biznieto de Benito Yeregui, el maestro relojero que puso en marcha el aparato del templo ereñotarra a finales del siglo XIX. «Defendemos que cada reloj se mantenga en su lugar original y sigan en marcha», apuntó, asimismo, el miembro de una familia que ha construido relojes durante cinco generaciones.

La importancia de su puesta en marcha está ligada, asimismo, «a la cultura metalúrgica y de la máquina, que ha sido fundamental en el País vasco, a partir de que se pusieron las primeras fundiciones que venían de las antiguas ferrerías hasta acomodarse a las posibilidades de la industrialización», explicó por su parte el responsable del departamento de Asuntos y Bienes Culturales del Obispado de Bilbao, Gaspar Martínez. «Este reloj es una clara muestra de los pasos que se dieron en la historia en ese sentido», subrayó.

El párroco de la iglesia del barrio de Gabika, Aingeru Merikaetxebarria, celebró también la recuperación del reloj, «que volverá a marcar el ritmo de la vida y acontecimientos eclesiásticos de los ereñotarras».

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