Mirari Artime
Jueves, 25 de enero 2024, 16:32
Los recortes pesqueros vuelven a golpear a los arrantzales. En este caso, a las flota de bajura tras la publicación por parte del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de cerrar para dos meses la pesquería del chicharro o jurel para el resto del Cantábrico ... en el Golfo de Bizkaia. Aunque la medida no ha sorprendido a los pescadores de la flota vizcaína de bajura, han reconocido que esperaban que sólo fuese un mes y se han mostrado preocupados por los síntomas de agotamiento de esta pesquería, similar a la que afectó a la sardina y la anchoa, cuya captura también estuvo cerrada durante varias costeras.
Publicidad
De hecho, según Pesca, la decisión responde «al objetivo de mejorar la situación de las población de chicharro en los que conforme a la normativa de la UE se fija un total admisible de capturas cero y se prohíbe el acceso a esa zona durante dos meses, a elegir entre enero, febrero y diciembre, a los buques de cerco y artes menores que tengan una dependencia de las capturas de esta especie».
De esta manera, tal y como constata el último informe del Instituto Español de Oceanografía, «se contribuirá a una recuperación significativa». Además, al establecer la veda durante los meses de invierno, buscan reforzar su efecto «ya que evita la mortalidad por pesca en ejemplares pequeños y permite que un mayor número de peces pueda llegar a la etapa de maduración», han añadido.
Para paliar el impacto socioeconómico que esta decisión puede tener en la flota, los buques podrán acceder a financiación con cargo al Fondo Europeo Marítimo de la Pesca y la Acuicultura (Fempa). «Sucede que en la comunicación que ha llegado a las cofradías no han incluido la lista de barcos que tienen en el chicharro en torno al 20% de sus ingresos y que serán los beneficiados», han detallado portavoces del sector.
Las descargas de chicharro en los puertos vascos han disminuido hasta las 291,7 toneladas, un descenso del 64% en 2023. Esta se debe, principalmente, a la reducción de la cuota del 78,2%, precisamente, por síntomas de agotamiento de la pesquería.
Publicidad
Su cotización se ha visto reforzada, pero sus ingresos han disminuido un 58,4%, registrándose 484 mil euros en ventas. En lo que respecta al precio medio en lonja, se situó en 1,66 euros el kilo, 22 céntimos superior a 2022.
Los arrantzales tampoco ocultan su preocupación por el verdel o caballa. La flota de artes menores no han sido capaz de agotar la cuota asignada porque esta especie se comporta de forma diferente. «Se pega al suelo y no hay manera de sacarlo», han explicado.
Publicidad
También están expectantes ante la postura que mantendrá Francia a partir del 22 de febrero cuando concluya la veda en aguas galas del Golfo de Vizcaya, que se aplica desde el lunes para los buques de más de 8 metro de eslora, para proteger los delfines.
Desde el Ministerio de Pesca, por su parte, han recalcado que los cierres temporales son medidas de conservación y explotación sostenible de los recursos biológicos marinos.
«Se trata de decisiones previstas en la normativa comunitaria y nacional que tienen por objetivo la conservación y la explotación sostenible de las poblaciones y las medidas conexas para minimizar la repercusión de la pesca en el medio marino».
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.