El PNV exige al alcalde de Gernika «que cumpla su palabra» y presente ya su dimisión

«Nosotros ya le hemos advertido de que ha pasado un mes y, por tanto, tiene que renunciar a su cargo», señaló ayer a EL CORREO, el que fuera cabeza de lista por el grupo nacionalista, Xabier Irazabal. «De momento está faltando a su palabra y a un compromiso que lo adquirió de manera pública», manifestó contrariado el portavoz de la formación nacionalista, que cuenta con 5 concejales en la oposición de la Administración local. «Es muy grave que ahora falte a su palabra porque, además, provoca una falta de legitimidad total», criticó, asimismo.

El pacto alcanzado por el alcalde José Mari Gorroño –quinta legislatura consecutiva- con el PNV, minutos antes de la celebración del pleno de investidura en el Consistorio gernikarra, el pasado 17 de junio, establecía que debía presentar su renuncia al primer sillón de la Alcaldía un mes después, en beneficio de su hermano, Iñaki. «Aquel pacto que hicimos fue puntual, para posibilitar la investidura de un alcalde en Gernika. El tema de nombrar después como alcalde a su hermano fue cosa suya porque nosotros en ningún momento pactamos tal cosa», aclaró Irazabal. «A partir de mañana (por hoy) nos encontraremos ante un alcalde sin legitimidad porque no cuenta ni con el apoyo ni los votos de nadie», argumentó su enfado.

El PNV de Gernika solo ha mantenido hasta el momento un encuentro con el primer mandatario local. «Le dejamos claro que tenía que dimitir porque de lo contrario Gernika no puede avanzar», remarcó. «Nos quedamos ojipláticos con la manera en que está actuando», declaró, en el mismo sentido. «Podía haber dimitido al día siguiente, tal como se actuó en el caso de Bermeo», explicó en referencia al exalcalde de la villa marinera, Asier Larrauri, que presentó su renuncia al cargo tras sufrir un accidente de tráfico y arrojar una tasa de alcohol superior a la permitida pocas horas después de ser investido primer edil.

El PNV se ha mostrado con voluntad de negociar un equipo de Gobierno con Guztiontzako Herria, a partir de que Gorroño plantee su dimisión. No obstante, Irazabal ha advertido de que «las cosas no serán como antes, porque ya no hay una coalición sino que estaríamos hablando de dos partidos que tendrían que consensuar muchos temas antes de llegar a un acuerdo». «Si no se cumplen nuestras condiciones nosotros no estaremos en el Gobierno», advirtió sobre la exigencias impuestas por su partido.

Desde que Gorroño fuera designado alcalde, a mediados de junio, el Ayuntamiento de Gernika tampoco ha convocado aún ningún pleno. «Nosotros no hemos mantenido ningún contacto con él», informaron desde la coalición abertzale, EH Bildu. El portavoz del grupo en la oposición en el Ayuntamiento de Gernika, José Luis Bilbao 'Buli', advirtió, por su parte, de que en la sesión de investidura celebrada en la villa foral «el alcalde jugó un poco con los plazos marcados para su renuncia porque habló de que la presentaría 'en un mes o mes y medio o no sé cuánto tiempo», parafraseó Bilbao. «No creo que se quede sin lanzar el chupinazo en los 'sanrokes'», se atrevió a pronosticar.