El paseo de acceso al Guggenheim de Urdaibai tendrá una terraza sobre la ría

Esa área pretende convertirse en la puerta de entrada de la vía verde, de cinco kilómetros, que uniría el Museo Guggenheim de Urdaibai, que albergará la antigua cubertera Dalia de la villa foral, con su otra sede, que la Diputación prevé construir en los astilleros de Murueta.

El plan de actuación de Idiga contempla la construcción de plataformas de madera en ambas márgenes, que se dispondrían a modo de terraza escalonada sobre la ría. Para el diseño de estas pasarelas se ha tomado como referencia «la instalación de hormigón realizada frente al nuevo desarrollo de Zorrozaurre en Bilbao, aunque en Urdaibai contarán con un aspecto más natural», aclaran desde el Patronato.

La actuación propuesta para la margen izquierda incluirá la instalación de «unas pérgolas de madera para proteger a los paseantes del sol y de la lluvia». Además, en el mismo lado se habilitará un camino peatonal que abrirá una conexión entre la acera que conduce al núcleo urbano de Gernika y el acceso al paseo por las marismas de Urdaibai.

La intervención diseñada para la margen derecha incluye otra conexión en la calle Uharte de la villa foral. Una actuación que provocará la desaparición de la actual zona de estacionamiento en batería y facilitará la construcción de una acera «que unirá los recorridos peatonales que ahora están desconectados», explican los promotores del plan.

El sendero peatonal del Guggenheim Urdaibai contará en el tramo de Idiga con «jardines de lluvia», áreas húmedas que drenan las aguas pluviales de las calles colindantes de modo natural hacia el subsuelo. Además, se instalará nuevo mobiliario urbano como bancos, papeleras y mesas de picnic, nueva señalética y fuentes «a cada lado de la ría».

La Demarcación de Costas del País Vasco ha sacado el plan a exposición pública, y las reacciones no se han hecho esperar. Así, la plataforma Zain Dezagun Urdaibai ya ha mostrado su rechazo al desacuerdo con el proyecto, «que se salta las protecciones de costas, ríos, inundabilidad y privatización de lo público», aseguran. «Una vez más el Guggenheim se antepone a todo», denuncia el colectivo ecologista.