Los 37 niños de Errigoiti se quedan sin autobús para acudir a clase cada día

El regreso a las aulas se llevó a cabo hace medio mes con normalidad en todos los municipios del territorio. Aunque solo en principio, ya que los escolares de la pequeña localidad de Errigoiti –un total de 37 chavales, en su mayoría menores de entre 2 y 13 años– se encuentran desde hace una semana sin el autobús que los trasladaba a diario al colegio Barrutia, en Arratzu, donde están escolarizados –a unos 10 kilómetros de distancia–.

"Nos avisaron de repente, de un día para otro, de que habían rescindido del servicio hasta nuevo aviso", se quejan las familias afectadas. "La mayoría trabajamos y se nos hace imposible conciliar horarios si no hay autobús. Y en otras casas tampoco disponen de un vehículo para poder llevar a los niños a la escuela", denuncian.

"Esto es una locura. Todos los días tenemos que pensar cómo organizarnos en casa para poder llevar y recoger a los críos del colegio", explica Marcos Vega, padre de dos hijos. Según el comunicado que el centro escolar envió a los progenitores hace una semana, la empresa Bustindui Autobusak, con sede en Markina y que hasta ahora se encargaba de trasladar a diario a la escuela a los alumnos de Errigoiti, "ha rescindido el servicio de transporte acordado con el Departamento de Educación (...). Están intentando conseguir una nueva empresa, pero por el momento no lo han logrado", detallaban en la nota.

Desde la compañía Bustindui Autobusak, que durante más de un lustro ha realizado los traslados de los alumnos entre Errigoiti y Arratzu, aseguran que mantener el servicio a día de hoy "nos resulta insostenible en las condiciones que nos ofrece Educación". Según Ricardo Bustindui, socio de la compañía, "ahora cobramos bastante menos que cuando comenzamos a dar el servicio, hace siete años. Estamos perdiendo dinero", subraya.

La empresa de transporte de Lea Artibai comenzó a cubrir la ruta escolar de Errigoiti "con un autobús de 26 plazas, pero ahora llevábamos a 37 pasajeros, por lo que estábamos obligados a acomodarlos en un vehículo de más plazas, con la subida de costes que ello conlleva", justifican desde la compañía. "Ha subido la gasolina, el sueldo de los empleados, el mantenimiento de los autobuses… y resulta que a la hora de renovar el servicio nos bajan la tarifa", se quejan.

La supresión del autobús escolar en Errigoiti afecta a más de una treintena de familias. Al centro de enseñanza Barrutia también acuden a diario alumnos que cursan Bachillerato. "Nosotros tenemos tres hijos de 5, 11 y 12 años", cuenta Maia Curutchet. "Tenemos que viajar fuera por motivos de trabajo y la persona que atiende en casa a los chavales no tiene carnet, por lo que tenemos que estar pidiendo favores a los vecinos a diario para que les puedan llevar a clase", lamenta esta madre. "Nos encontramos en una situación muy grave", asegura Curutchet, que se ve obligada a 'repartir' a sus hijos para que puedan acudir a la escuela. "Tenemos un vecino con furgoneta que se presta a llevar a mis hijos junto a los suyos, pero no siempre puede y entonces tenemos que 'repartir' a los niños en diferentes coches", detalla.

Este periódico se puso en contacto ayer con portavoces oficiales del Departamento de Educación, quienes aseguraron desconocer la situación de los niños de Errigoiti. Horas después, al parecer, responsables del área dirigida por Jokin Bildarratz se pusieron en contacto con las familias afectadas para asegurarles que este lunes una nueva empresa de autobuses comenzará a ofrecer el servicio escolar.