Mirari Artime
Miércoles, 24 de julio 2024, 15:58
Las obras de la variante sur que conectará Markina con Etxebarria han provocado un notable incremento del tráfico de camiones por el interior del municipio con más habitantes de la cuenca del Artibai. El aumento responde a que el proyecto afronta la fase inicial para construir un túnel de 335 metros de longitud del que se dotará a la nueva infraestructura viaria.
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«Como consecuencia de los desmontes que han comenzado en el lado de Etxebarria para abrir la boca del túnel, el tránsito de los vehículos que trasladan el material se ha intensificado y así continuará en las próximas semanas», han indicado desde el Ayuntamiento (EH Bildu).
De momento, el horario de circulación será desde las siete y media de la mañana hasta las 18.30 horas, aunque a partir del próximo mes de septiembre quedará más restringido para garantizar la seguridad de los ciudadanos y minimizar las afecciones.
En concreto, el paso por la zona del Prado estará condicionado por el horario escolar. «Se trata de evitar el tráfico pesado para reducir los riesgos en coincidencia con el importante movimiento de niños y chavales que se registra por el parque y alrededores a partir de las cuatro de la tarde», señalan portavoces municipales. De esta manera, también se persigue atender a una demanda reiterada por padres y educadores de la localidad.
«En la planificación de las obras se han tenido en cuenta medidas para minimizar las molestias a los vecinos mientras duran los trabajos, como el uso de una rozadora para la excavación del túnel de cara a un desarrollo más rápido y la limitación de horarios para el transporte de materiales a través del casco urbano», indican desde la Diputación.
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Los sobrantes son trasladados al depósito del entorno de Bidaurreta que cuenta con una capacidad útil para acoger alrededor de 313.006 metros cúbicos, aunque el volumen de estimado de esta intervención es de 262.291, según se detalla en el proyecto. Con toda esa cantidad, se podría llenar hasta tres veces el campo de San Mamés.
El plan de actuación incluye además medidas significativas para preservar el entorno natural, además de tener en cuenta «las necesidades de protección del hábitat del visón europeo, una especie amenazada», añaden desde la institución foral.
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Con una inversión de 25,6 millones de euros y un plazo de ejecución de 28 meses, está previsto que la carretera de casi un kilómetro pueda entrar en servicio en el primer trimestre de 2026. A partir de ese momento, 2.611 vehículos dejarán de pasar a diario por el centro de Markina, el 50% del tráfico actual.
«Se traducirá en una mejora notable de la movilidad, la seguridad, el medio ambiente y el bienestar de la ciudadanía, además de abrirse una gran oportunidad para la regeneración urbana del municipio», matizan desde la Diputación.
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