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Mirari Artime
Jueves, 24 de febrero 2022, 23:57
Tras el frenazo provocado por la pandemia, Markina se prepara para sentir de nuevo las pisadas de los miles de peregrinos que caminan hacia Santiago de Compostela por el Camino del Norte. Una de las primeras medidas puestas en marcha tiene como objetivo reparar para abril la ermita de San Miguel de Arretxinaga, puerta de entrada y lugar de parada casi obligada de los romeros.
El Ayuntamiento, además, persigue poner en valor el patrimonio del municipio al tratarse de un ejemplo único entre los templos del País Vasco y una rareza también en el ámbito de la Cristiandad Occidental. «El edificio no es lo que reviste de espectacularidad, ya que, se concibe como un mero receptáculo para lo que guarda en su interior», según el área de Cultura del Gobierno vasco.
«Concretamente, el altar de la ermita cuenta con una suerte de baldaquino formado por tres grandes bloques de piedra cuarzosa, sin forma específica y sin signos de haber sido trabajado por el ser humano», añaden.
«Aunque varios autores han intentado explicar la presencia de estos elementos en el lugar a través de su identificación con un dolmen prehistórico, los geólogos coinciden en que la formación no es más que un capricho de la naturaleza, perfectamente explicable en el contexto geológico del lugar», recalcan.
Una de las últimas inspecciones realizadas para valorar su estado de conservación reveló los graves problemas de humedad que afectan a las paredes del edificio del siglo XVIII. Para repararlo, el Ayuntamiento adjudicó las tareas de pintura por un importe cercano a los 60.500 euros.
La colocación del entramado de andamios necesarios para ejecutarlo junto a la intervención del departamento foral de Patrimonio Histórico han sacado a la luz un deterioro mayor del previsto inicialmente que requiere obras albañilería.
Para financiarlo, el Consistorio, aprobó en el transcurso de la última sesión plenaria, disponer de otros 39.400 euros del 'extra' procedente del plan foral Udalkutxa. De esta manera, el coste total superará ligeramente los 105.000 euros.
«No hemos podido utilizar dinero del remanente de tesorería porque el ejercicio 2021 está pendiente de liquidación», explicó el alcalde de la localidad, Luis Egurrola.
«El objetivo es tener la ermita lista para primavera, abierta tanto para los ciudadanos como para los peregrinos que nos visitan que además dispondrán del albergue de los Carmelitas que volverá a abrir sus puertas», añadió el primer edil.
Desde EH Bildu, el único partido en la oposición, han detallado que los planes de reparación comenzaron en la anterior legislatura. Así, entre la mejoras realizadas figuran la renovación de figuras, estabilización de la barandilla, instalación de alumbrado nuevo, sustitución de sillas y reposición de sillares. «Por lo tanto, lo que ahora está en marcha sería una segunda fase, enfocada sobre todo a los trabajos pictóricos y con los que mostramos nuestra conformidad».
La coalición abertzale, no obstante, critica la «premura y la falta de previsión con la que el actual equipo de Gobierno municipal ha encargado las obras ya que proyectos de este tipo no pueden estar condicionados por las subvenciones», indicaron.
En esa misma línea, consideran que la conservación del patrimonio de la localidad requiere un intervención más amplia con acciones concretas como el impulso definitivo al recorrido de la memoria histórica y un catálogo de las fronteras antiguas.
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