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Los vecinos de la calle Don Tello de Gernika que sufren a diario el «infernal» ruido que provocan las obras que Eusko Trenbide Sarea (ETS) lleva a cabo en la playa de vías de la estación de tren, localizada frente a sus casas, aseguran que ... se encuentran «al borde de la desesperación».
«¡No aguantamos más sin dormir!», gritan en un intento de que las autoridades competentes escuchen sus reclamos. Las constantes molestias por el estruendo nocturno, sumadas al polvo y al tránsito incesante de maquinaria pesada, que penetran de lleno en las habitaciones y salones de sus viviendas, se han convertido en una situación «insoportable e insostenible».
«Están jugando con nuestra salud y nuestras casas parecen campamentos de emergencia, con colchones tirados en pasillos, salas e incluso baños, porque tenemos que acomodarnos donde menos nos afecte el ruido para conseguir pegar ojo», se quejan.
El clima de malestar entre los residentes ha llegado a tal punto que finalmente han decidido recurrir a los juzgados para interponer sendas denuncias contencioso-administrativas contra ETS y el Ayuntamiento de Gernika. «No nos ha quedado otro remedio porque ya hemos agotado el resto de vías para que nuestras quejas sean y atendidas», explican. «Nadie se preocupa por nuestra salud. Nadie nos hace caso», critican, asimismo.
En el pleno del pasado mes de marzo, tanto el equipo de Gobierno municipal (Guztiontzako Herria) como el resto de partidos en la oposición (EH Bildu y PNV) en el Consistorio gernikarra aprobaron una moción por la que la Administración local se comprometía en abrir un canal de comunicación directa con los afectados por las obras en la estación del tren, a fin de buscar alguna solución para mitigar en lo posible «este infierno en el que vivimos». El texto también prometía la realización de mediciones acústicas por parte del área de Medioambiente municipal para valorar las afecciones que provocan los trabajos en el vecindario.
«Ha trascurrido más de un mes desde que realizaron esas pruebas, pero todavía el ayuntamiento no nos han trasladado los resultados», denuncian. «Sabemos por fuentes extraoficiales que superan con creces los niveles de ruido permitidos, ya que se sitúan muy por encima de los 80 decibelios», aseguran, asimismo.
Los vecinos de Don Tello aseguran sentirse ante una situación «de desprotección institucional total». «¿Hasta cuándo van a durar las obras», se preguntan todavía.
Según manifiestan, además, en las últimas conversaciones mantenidas con representantes de ETS «se han referido a nosotros en tono despreciativo e insultante. Incluso nos han sugerido con sarcasmo que la solución sería derribar las casas», reiteran molestos.
Fuentes del ente vasco del ferrocarril han señalado a EL CORREO que «hace poco» remitieron una carta al alcalde José Mari Gorroño (GH) «para informa sobre los trabajos que se están realizando y los que restan por concluir». Asimismo, han puntualizado que «las labores más ruidosas se acometen a primera hora de la noche».
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