Mendexa es uno de los municipios de la Mancomunidad que impulsa la iniciativa. MAIKA SALGUERO

Lea Ibarra se pone deberes para facilitar la vida a sus mayores

Aulesti, Amoroto, Mendexa, Munitibar y Gizaburuga son los primeros en impulsar juntos el programa para ser municipios amigables

MIRARI ARTIME

GIZABURUAGA.

Viernes, 5 de julio 2019

El Ayuntamiento de Gizaburuaga y el departamento de Empleo y Políticas Sociales del Gobierno vasco acaban de suscribir el convenio de adhesión del pequeño municipio a la red 'Euskadi Lagunkoia Sustraietatik', que favorece e impulsa medidas que promueven un mayor bienestar para las personas mayores. ... El enclave más pequeño de la comarca se suma así a Aulesti, Amoroto, Mendexa y Munitibar para trabajar de manera conjunta y hacer más fácil la vida a sus jubilados.

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«Han creado el programa 'Lea Ibarra herri Lagunkoia' lo que implica que desarrollarán juntos el proyecto», señalaron desde el Gobierno vasco en la firma del acuerdo. Lea Ibarra «ha realizado un gran avance. Hasta ahora ya han elaborado el diagnóstico y el plan de acción siendo así la primera comarca del territorio en trabajar de manera mancomunada», añadieron las mismas fuentes.

Gizaburuaga, en concreto, cuenta con 209 habitantes, de los que el 17,22% han cumplido al menos los 65 años y un 7,65% tiene 80 años. En Amoroto, por su parte, los vecinos que cuentan más de 65 años representan el 21,17%, mientras que el porcentaje de los que suman 80 es de un 9,17%. En Mendexa, la proporción es de un 19,51% y de 6,65%, mientras que en Munitibar es de un 22,75 y un 10,3%, respectivamente, similar a los de Aulesti.

Farmacias

Entre las cuestiones que más dolores de cabeza genera entre los mayores de Lea Ibarra y consideran necesario mejorar figuran el transporte, tanto al ambulatorio de Lekeitio, como al hospital de Gernika y Galdakao. «Existen graves problemas para aparcar y los autobuses dan mucha vuelta», según se recoge en el diagnóstico.

En materia de vivienda recalcan el elevado desembolso que supone adaptar las viviendas, que resulta aún más caro en el caso de los caseríos. A la hora de definir las relaciones sociales, acusan un progresivo deterioro de las comunicaciones entre generaciones. «Los jóvenes nos tienen cada vez menos respeto», aseguran.

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También critican los desplazamientos que se ven obligados a realizar para disponer de farmacias y los problemas de cobertura de telefonía y televisión.

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