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El alcalde de Gernika, José Mari Gorroño, anunció ayer que no piensa dejar el cargo, como aseguró que haría en la constitución del Ayuntamiento a mediados de junio. El regidor, que afronta su quinta legislatura consecutiva con la makila, no dimitirá en favor de su ... hermano Iñaki como se comprometió a hacer pasado un mes porque, subrayó, «el PNV no cumple la palabra dada». El episodio vivido ayer encona aún más la difícil relación con los jeltzales, que estaban llamados a ser los socios de gobierno de la plataforma que lidera el propio Gorroño, Guztiontzako Herria (GH).
Hay que recordar que la victoria en las pasadas elecciones municipales cayó del lado de EH Bildu que cosechó el mayor número de votos pero igualó a seis concejales con la formación de Gorroño, por cinco ediles para los peneuvistas. Estas dos últimas siglas cerraron un pacto verbal horas antes de la conformación del Consistorio para que la izquierda abertzale no se hiciera con la gestión de la cabecera de esta comarca. El PNV aceptaba mantener en su puesto al alcalde de los últimos 16 años a cambio de que Gorroño dimitiese en un plazo aproximado de un mes. La makila pasaría entonces a manos de su hermano Iñaki.
José Mari Gorroño | Alcalde de Gernika
La renuncia no se ha llegado a producir, a pesar de la presión que han ejercido los jeltzales en estos meses, que en este tiempo han reprochado al primer edil que no haya «cumplido con la palabra dada». Ayer se registró el último capítulo, con el pronunciamiento del propio primer edil. Gorroño reconoció ante el numeroso público congregado en el salón de plenos haber «comentado» con su equipo «algunas fechas posibles para presentar la dimisión». Sin embargo, dijo haber cambiado de opinión porque «se han producido cosas imprevistas como que la presidenta del PNV de Bizkaia, Itsaso Atutxa, ha incumplido los acuerdos a los que se comprometió con nosotros». Según explicaron portavoces de la formación de Gorroño, la dirección nacionalista no quiere a Iñaki en el puesto y exige «un nuevo candidato para comenzar un proceso de negociación a fin de constituir el gobierno municipal».
Algo que ha enfadado a los miembros de Guztientzako Herria. De hecho, Gorroño acusó a los peneuvistas de tratarle «como a un malhechor, infractor y delincuente», al tiempo que reclamaba «honestidad» y «respeto» hacia su persona y la de su hermano. «No aceptamos ni un tocomocho más» por parte del PNV, enfatizó. A su juicio, el líder local de los jeltzales, Xabier Irazabal, mantiene «una obsesión, diría que casi patológica, contra mí y contra Iñaki».
Callejón de difícil salida
Sea como fuere, la situación parece haber entrado en un callejón de difícil salida, porque el partido nacionalista mantiene unos argumentos muy similares contra Gorroño. Irazabal le volvió a acusar ayer de no acatar el pacto que él mismo aceptó en junio. «Nosotros pusimos como condición que tú no fueras alcalde y aceptaste. Pudiste haber dicho que no, pero dijiste que sí», le recriminó, antes de insistir en que debe abandonar el cargo y «cumplir con la palabra dada».
Xabier Irazabal | Concejal del PNV
José Ramón Bilbao | Concejal de EH Bildu
Mientras tanto, el portavoz de EH Bildu hizo un llamamiento para que los dos partidos enfrentados se centren en resolver los problemas de Gernika y desbloqueen la situación. «Nos debemos a un pueblo y no a una silla», señaló.
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