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julen ensunza
Lunes, 10 de junio 2019, 20:20
Cualquier noticia con chispa puede terminar por hacerse viral a poco que alguien la cuelgue en la red. Eso es al menos lo que ha pasado con una factura trampa ideada por la camarera del bar Eguzki de Bermeo, Anka, con el beneplácito eso sí de su jefe, Fernando, para hacer una broma a una cuadrilla que todos los jueves se reúne a comer y jugar al mus junto al propietario del establecimiento.
A la joven no se le ocurrió otra cosa que aplicar al recibo de la consumición, compuesta por cinco vinos y una copa de champagne, diez euros adicionales de recargo 'por tocar los cojones'. Así como suena. En total 22,50 euros la 'bromita' del txikiteo. Y claro, la noticia ha corrido como la pólvora a través de WhatsApp, Facebook y medios de comunicación en general donde más de uno habrá pensado ¡cómo se las gastan en Bermeo!
«Son un grupo un poco pícaro con nosotros porque hay confianza, así que se me ocurrió que también podíamos hacerles una broma a ellos», reconoce la instigadora del plan sorprendida ante el revuelo montado. Por supuesto, el hombre pagó la 'multa' sin rechistar. «Es el dinero mejor pagado de su vida», sentencia Anka.
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