El faro Santa Catalina de Lekeitio es uno de los principales reclamos turísticos de Lekeitio. maika salguero

El faro de Lekeitio se reinventa para mejorar su atractivo

El único centro de estas características que puede visitarse en Euskadi recibirá 320.000 euros para su renovación

MIRARI ARTIME

Martes, 27 de diciembre 2022, 19:35

El faro Santa Catalina de Lekeitio será sometido a una profunda limpieza de cara para que vuelva a convertirse en el centro de referencia del patrimonio marítimo de Lea Artibai. Para ello, el único equipamiento de estas características que puede visitarse en Euskadi recibirá una ... inyección económica de 350.000 euros, de los que buena parte, 210.000, procederán de la Diputación, mientras que el resto correrá a cargo de las arcas municipales.

Publicidad

El plan diseñado contempla dos líneas de actuación. Por una parte, se procederá a cambiar los contenidos museísticos que presenta en la actualidad y por otra, se ejecutarán distintas reformas en materia de urbanismo. Los últimos informes llevados a cabo para conocer el interés que las exposiciones despiertan en los visitantes revelan que cada vez resultan menos atractivos para el público en general.

Desde su apertura en 2010, el recorrido se ha mantenido inalterable. Arranca con un repaso a los fundamentos de la navegación desde la antigüedad con explicaciones sobre señales, luces, orientación, estrellas y avistamiento de ballenas. Tras salir del simulador, otra colección detalla el valor de la vida marinera para los ciudadanos de Lekeitio.

Accesibilidad

«Tan sólo se mantendrá el simulador en el que se recrea una travesía por mar, con una pequeña tempestad incluida y en el que el faro alumbra el regreso a tierra. Tiene buena valoración», explicó el alcalde, Koldo Goitia. «El resto se cambiará, se redistribuirá y modernizará con un nuevo proyecto museístico que estará listo para el verano», añadió.

El segundo eje de actuación persigue reforzar otro de sus principales atractivos; su condición de mirador excepcional sobre el Cantábrico que sólo durante los tres meses estivales atrae como media 1.500 personas. Para ello, persiguen resolver los problemas de accesibilidad que existen desde que hace una década se estropease el ascensor acristalado que permitía salvar las escaleras y rampas del complejo marítimo.

Publicidad

«Todo apunta que será necesario retirarlo», adelantó el primer edil. «La acción corrosiva del salitre es tan elevada que requiere una inversión económica muy alta por lo que se aconseja sustituirlo por otro tipo de alternativas que garantice la accesibilidad», matizó.

Los equipamientos se completan con la casa que fue del farero auxiliar donde se localiza un aula didáctica y un pequeño museo en el que una imagen del arrantzale 'Antolin' explica desde los instrumentos básicos de la navegación hasta el GPS.

Publicidad

El faro se inauguró en 1862 con una lámpara de aceite que fue sustituida por una de petróleo tiempo después. Para su posterior apertura al público se invirtieron 2,7 millones de euros, de los que un 97% fueron subvencionados por el Gobierno vasco y el Ministerio de Cultura.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad