Eika, 50 años generando igualdad

«Es difícil atraer a las mujeres a la industria, pero lo intentamos con intensidad y en la actualidad representan el 50% de los socios», recordaba ayer Iñigo Arrieta, presidente de la cooperativa Eika, asentada en Etxebarria, en el acto de clausura del 50 aniversario de su fundación, que contó con la visita del lehendakari, Iñigo Urkullu. Acompañado de la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia y responsables de la Corporación Mondragón (MCC), entre otros, la delegación conoció de primera mano la planta reconocida por fabricantes de electrodomésticos de todo el mundo, especialmente en focos radiantes, controles electrónicos para encimeras vitrocerámicas y calefactores tubulares blindados.

«Al igual que en sus inicios, Eika hoy también sigue mirando al futuro, generando riqueza y puestos de trabajo sostenibles para las generaciones actuales y venideras, y en esa dirección, haciendo una aportación importante al ámbito socio económico de la comarca, desde los valores cooperativos que forman parte de su ADN y a través de la cooperación y en euskera», añadió.

El lehendakari, por su parte, destacó «el coraje» mostrado en los momentos más difíciles por la cooperativa, a la que puso como ejemplo de 'auzolana', al tiempo que aseguró «que solo a través del trabajo compartido el tejido industrial vasco podrá avanzar y consolidarse, sumando competitividad y bienestar».

En la actualidad uno de cada dos focos radiantes para vitrocerámica que hay en el mundo llevan la firma de Etxebarria. La empresa surgió por el espíritu emprendedor de un grupo de 47 personas en un momento de declive de la comarca con una economía basada en la pesca y la agricultura y con una paulatina despoblación. Invirtieron 600 euros cada uno (100.000 pesetas). «Nació para crear riqueza y especialmente empleo industrial para las mujeres», recalcaron.

Entre ellas se encuentran Aitziber Osa, Nerea Arrizabalaga y Ainhoa Ganboa. Cada una lleva buena parte de su vida laboral en la planta del pequeño enclave de Lea Artibai. Más de dos décadas. «Aunque hay algunas que vienen de fuera, la mayoría somos de los pueblos de alrededor», reconocieron. «Es indudable que genera riqueza», indicaron antes de reconocer el valor real de las primeras chicas que se incorporaron «a un empleo de estas características» hasta hoy en día, en el que la mitad de las socias son del género femenino tanto en Euskadi como en su sede de México.

Además de su apuesta por irradiar igualdad, el impulso a la cultura de la zona y al euskera han sido otro de los ejes de su filosofía. «Desde nuestros inicios, situamos al euskera en el centro y hoy en día la oportunidad de trabajar en nuestro idioma es una realidad», añadió Arrieta. En esa misma línea, el lehendakari subrayó que «las empresas que gestionan y dan valor a las lenguas son más competitivas».

Cinco plantas

Aunque su sede central se encuentra en Etxebarria, Eika cuenta en la actualidad con cinco plantas productivas, –repartidas por Estados Unidos, México y Polonia– oficinas comerciales en una veintena de países, y más de 1.000 trabajadores en todo el mundo.

Además de su internacionalización, otros de los hitos más destacados ha sido la creación de Isoleika en 2010, cooperativa dedicada a paneles aislantes, y Hobeika, que ha comenzado a ofrecer kits de encimera que simplifican el montaje a los clientes. «Nuestro principal activo son las personas y los clientes que valoran la calidad», insistieron.

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