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Las tres conocidas bodegas de txakoli de Bakio –Doniene Gorrondona, Abio y Zabala– custodian en sus almacenes el fruto de la última cosecha del vino local, que una campaña más ha desafiado con éxito los caprichos metereológicos para destacar por su calidad. Los contratiempos climáticos, ... sin embargo, han provocado la merma hasta en un 20% de la producción total del caldo bakiotarra –130.405 litros–, que cuentan con el sello de Denominación de Bizkaiko Txakolina.
«Por fortuna nos libramos de sufrir el granizo que cayó por primavera en otros terrenos de Bizkaia y la floración se dio en buenas condiciones, aunque el envero o maduración de la uva se adelantó a julio, por Santiago», explica Itziar Insausti, gerente de la bodega Doniene Gorrondona. «Lo peor fue el intenso sol de agosto, que dañó parte de la cosecha y que empeoró con la llegada de fuertes tormentas y altas temperaturas», lamenta la responsable de la casa de txakoli más grande de Bakio.
Estas variaciones bruscas de la meteorología, de hecho, obligaron a los bodegueros locales a actuar con celeridad y adelantar en un mes la vendimia para salvar el mayor número de racimos. «Para el 27 de septiembre tuvimos toda la uva recogida cuando lo normal es que esta labor comience a finales de ese mes y concluya durante la última semana de octubre», detalla Insausti. Las pérdidas en volumen de producción, sin embargo, en ningún caso han comprometido la calidad del apreciado caldo. «Ha salido muy bueno», subrayan los expertos.
Doniene Gorrondona ha elaborado un total de 56.500 litros de blanco en sus tres variedades –joven, especial y extraordinario–. Además ha almacenado 6.500 de txakoli tinto y 2.500 de espumoso. En el caserío de Abio, por otro lado, han embotellado 47.010 litros de blanco, 340 de ojo de gallo y 240 de tinto, mientras que las viñas de Zabala, la bodega más pequeña del municipio, han dado como fruto 17.000 litros de blanco, 300 de tinto y otros tantos de rosado.
Los bakiotarras se preparan estos días para dar la bienvenida a la primavera con la presentación de la nueva temporada de su txakoli, que se enmarca todos los años dentro de la festividad de San José. Este año, sin embargo, el evento principal de su tradicional feria se adelantará al domingo 17 de marzo, por lo que se espera congregar a mayor número de público en la fiesta.
Los bakiotarras han elegido esta vez a José Ángel Iribar para que apadrine la nueva cosecha. El «emblemático» portero del Athletic será, por tanto, el encargado de descorchar la primera botella y brindar, desde lo alto del escenario de la carpa de Zubiaurrealde, por el nuevo vino de Bakio. «Su figura representa la esencia de nuestro pueblo y el txakoli porque está comprometido con el deporte, el euskera y nuestra cultura», destacó la alcaldesa del municipio costero, Amets Jauregizar.
El marco de la feria de San José se aprovechará para promocional «el txakoli tinto». «Aunque es menos consumido que el blanco para nosotros es el más tradicional y el que da orgullo a la localidad», apuntó la primera edil.
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