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Cuando el colegio Allende Salazar de Gernika abrió sus puertas para recibir a su primera generación de estudiantes, hace medio siglo, la villa foral contaba con poco más de 16.000 habitantes, el Ayuntamiento estaba al mando del alcalde Gervasio Guezuraga y el salario mínimo ... diario de los vecinos rondaba las 186 pesetas. Por aquel tiempo se construyó la depuradora de aguas residuales de la villa foral y la Casa de Juntas recibía al entonces embajador de los Estados Unidos en España, Horacio Ribero.
En ese contexto crecía precisamente el centro público, que este año celebrará sus Bodas de Oro con una gran fiesta, que tendrá lugar el día 18 del próximo mes de mayo. «Este colegio nace como el relevo de las antiguas escuelas de niños y niñas del Pasealeku, con la entrada de la EGB y la enseñanza obligatoria hasta los 14 años», recuerda el historiador local, Vicente del Palacio.
El nuevo edificio, «levantado por los Hermanos Olabarria», fue bautizado como 'Allende Salazar', «por su proximidad a la calle del mismo nombre y en honor a la figura de Manuel Allendesalazar; un apellido ligado a la Casa de los Condes de Montefuerte de Gernika», explica Del Palacio. «La obra contó con un presupuesto de cerca de 45 millones de las antiguas pesetas, pero por razones que se desconocen, nunca se llegó a inaugurar de manera oficial», apunta también este gernikarra.
La escuela pública de Gernika comenzó su andadura acogiendo en sus aulas «a hijos de familias modestas», matizan las mismas fuentes. El Allende Salazar, no obstante, ha alcanzado su medio siglo de vida convertido en un referente de la enseñanza pública, «que con el paso del tiempo ganó en prestigio».
«Más allá de lo que fuimos en el pasado, nuestro centro tiene un presente y le espera un gran futuro», aseguró su director, Aritz Zearra, durante el avance de la celebración de las Bodas de Oro de la escuela, que tuvo ayer por la tarde en la escalinata del colegio. «Siempre nos hemos centrado en mejorar y hacer frente a los retos de los modelos educativos, con ilusión y reinventándonos», aseguró, asimismo.
En la actualidad, la comunidad escolar está constituida por 750 alumnos, que cursan sus estudios desde el ciclo de Infantil hasta Educación Primaria. El programa educativo sigue la metodología conocida como 'Amara Berri'; «un sistema que define a los escolares por sus motivaciones y potenciales», explicaron desde la dirección del Allende Salazar.
Su comedor escolar ha sido también un servicio de referencia, y no solo porque la escuela echó a andar desde sus inicios con cocina propia, para dar de comer a su alumnado. «Ahora somos el primer y único comedor sostenible de la comarca, en el que los menús se diseñan con productos de cercanía», subrayan desde el AMPA del Allende Salazar.
La Asociación de Madres y Padres también han aplaudido la evolución y transformación que ha experimentado el centro donde se educan sus hijos. La presidenta de la agrupación, Nahia Idoiaga, apuntó ayer que el colegio público de Gernika «promueve la convivencia y apuesta por los valores de nuestro pueblo». «Siendo Gernika un municipio de la Memoria, tanto en el presente como el futuro tomamos la educación como eje central para educar en valores a nuestros pequeños», subrayó también Idoiaga.
El avance de la celebración de cinco décadas de su historia contó también con la presencia de alumnos, profesores, progenitores y trabajadores del centro educativo. A la fiesta de mayo, no obstante, le precederá, el día 2 de marzo, una comida, amenizada por los bertsolaris, Maialen Lujanbio y Jon Maia.
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