El centenario reloj de Ereño vuelve a marcar las horas tras 40 años en silencio

El oficio religioso, que sirvió precisamente para inaugurar las labores de restauración del reloj, que data de 1889, fue presidido para la ocasión por el obispo de Bilbao, Joseba Segura.

«El cura nos propuso hace unos años pintar la fachada de la iglesia y con ello rehabilitar el reloj que llevaba años inutilizado y nos pareció buena idea», apuntó por su parte Ager Lejarreta, uno de los vecinos del entorno rural de Gabika.

El reloj, obra de Benito Yeregui, atesora un valor «no tanto por su antigüedad, sino porque es un ejemplo de la transición de la herrería a la mecánica», destacó Xabier Yeregui, biznieto del maestro relojero que puso en marcha el mecanismo del reloj de la iglesia de San Juan Bautista. En su familia –cinco generaciones de relojeros– «defendemos que cada aparato se mantenga en su lugar original y en marcha».

El hecho de activar de nuevo el reloj de la iglesia de Gabika supone también «mantener viva la cultura metalúrgica y de la máquina, que ha sido fundamental en el País vasco. Es una clara muestra del paso dado a partir de que se pusieran en marcha las primeras fundiciones hasta acomodarse a las posibilidades de la industrialización», explicó, por su parte, el responsable del departamento de Asuntos y Bienes Culturales del Obispado de Bilbao, Gaspar Martínez.

La esfera que preside la torre del templo se encontraba en desuso, «muy oxidado». «Lo llevamos a la escuela de Somorrostro para que lo limpiaran y para ponerlo en marcha pedimos la ayuda de un especialista», detallaron en la familia Yeregui. Los trabajos han supuesto un desembolso de 8.000 euros, financiados en parte por el Ayuntamiento de Ereño.

El párroco de la iglesia del barrio de Gabika, Aingeru Merikaetxebarria, celebró también por su parte la recuperación del reloj, «que volverá a marcar el ritmo de la vida y acontecimientos eclesiásticos de los ereñotarras».