Un matrimonio se dispone a comprar varios kilos de caracoles en la sesión de mercado de ayer en Gernika. Iratxe astui

Los caracoles aguantan la carrera de la sequía y la inflación

Este producto propio de la Navidad en Busturialdea irrumpió ayer dentro de la oferta de la plaza de Gernika, a 15 euros el kilo, poco más que otros años

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GERNIKA-LUMO

Lunes, 14 de noviembre 2022, 17:40

El mercado de los lunes de Gernika inició ayer su particular viaje gastronómico a la Navidad con la primera exposición de algunos de los productos propios de esa época del año, entre los que destacaron los caracoles. «En esta comarca, sobre todo en Gernika y ... Bermeo, son obligados dentro del menú navideño», aseguraba al mediodía Gabriel Bilbao. «En Bizkaia también vendo en la zona de Mungia, pero poco más», apuntó en relación a este producto, que a pesar de la sequía y la inflación ha conseguido frenar su precio.

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«La falta de lluvia se ha notado bastante en la recogida, pero apenas ha afectado a su cotización, aseguraba también Conchi Ormaetxea. «Como mucho habrá subido un euro respecto a las anteriores temporadas» explicó esta baserritarra de Gautegiz Arteaga, que ayer también ofertaba caracoles en su puesto. «Los tengo a 15 euros el kilo» detalló.

En su puesto del mercado de la villa foral, Bilbao ofertaba a sus clientes kilos de caracoles entre 11 y 14 euros, dependiendo de su tamaño. «Aquí no les gustan los grandes, les parecen ordinarios», explicó. «Me piden siempre lo más pequeños posibles y no sé a quién le tocará después limpiarlos, pero menudo trabajo tiene», bromeó, asimismo, este productor habitual del recinto de la plaza gernikarra.

Ana Isabel Otazua se plantó al mediodía junto a su marido frente al puesto de Bilbao con la idea de hacerse con los primeros kilos del preciado molusco, y eso a pesar de que para el inicio de las celebraciones navideñas resta aún más de un mes y medio.

«No me importa, prefiero ser previsora y comprar con antelación», señalaba esta vecina de Gernika. Otazua se llevó «tres kilos» de este producto, que levanta pasiones como produce repugnancia en igual medida entre los comensales. «A mis hijas no les gusta ni un poco, así que los prepararé para nosotros y mi hermana«, explicó. «Los limpio bien y luego los congelo ya cocidos para que en los días de Navidad no se me acumule el trabajo en la cocina».

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Nueces y avellanas a 8 euros

La oferta hortofrutícola de la plaza de los lunes de Gernika incluía también en su sesión de ayer nueves y avellanas, otro de los productos de caserío obligados en las mesas de Navidad de la zona.

«Las nueces se venden menos que antaño porque apenas hay gente que prepare la tradicional 'intxaus saltsa', pero todavía tienen buena salida», cuenta la vendedora Ormaetxea. «Otras veces compran los frutos secos como elemento decorativo».

A escasos metros de su mostrador, Amaia Irazabal exponía pequeños árboles de acebo dentro de su oferta de flores y plantas. «En Busturialdea, comprar acebo es una tradición que se mantiene durante todo el año, pero en esta época se ve más vistoso por sus frutos rojos», explicó esta vecina del barrio Lumo de Gernika.

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Los ejemplares de mayor tamaño de esta especie arbórea, tán ligada a la Navidad, se ofertaba «a 11 euros la unidad», mientras que el laurel se vendió «a dos euros la planta».

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