Buscan «atraer a nuevas generaciones» para garantizar el futuro de las rederas

Las rederas de la costa vasca han constatado, en la asamblea anual que celebran a principio de cada año, que su oficio está en el aire por la falta de relevo generacional. Precisamente, desde el Gobierno vasco, la consejera de Pesca, Amaia Barredo, ha reconocido esa situación y ha destacado la necesidad de «atraer al sector a nuevas generaciones para revertir el envejecimiento del colectivo y garantizar una sostenibilidad que sustente la actividad pesquera vasca».

En la actualidad, las mujeres que trabajan en los puertos forman distintos subsectores que atienden a diversas necesidades productivas y funcionales de la flota pesquera, tanto de altura como de bajura como son las rederas, neskatillas y empacadoras.

Las tres asociaciones–Bermeoko Neskatila eta Saregin Autonomoen Elkartea, Ondarruko Neskatilen Elkartea y la agrupación de Saregin eta Kai Neskatileen Euskadiko Elkartea– se aglutinan ahora en la Federación de Mujeres Trabajadoras del Mar de Euskadi. Esta entidad representa a alrededor de 50 mujeres que desarrollan su actividad en los muelles de Bermeo, Lekeitio y Ondarroa, así como en los de Getaria, Orio y Hondarribia.

Tras trasladar el reconocimiento a todo el colectivo «por el duro trabajo que realizan», desde el Ejecutivo autónomo han compartido su preocupación por la necesidad de atraer a nuevas generaciones y han realizado un llamamiento «para buscar sucesoras siempre en las mejores condiciones y aprovechando cualquier avance técnico y formativo».

Para la consejera Amaia Barredo, «es preciso revertir la tendencia al envejecimiento del colectivo y garantizar una sostenibilidad que sustente la actividad pesquera vasca, y que forma parte del patrimonio cultural y económico de nuestras localidades costeras», indicó en su encuentro con estas mujeres.

Entre las mejoras laborales más destacadas y que han marcado un antes y un después en el sector destaca el reconocimiento de los coeficientes reductores, que permite que por cada década trabajada, la edad de jubilación se les adelanta un año y medio.

«Ahora, se requiere un compromiso renovado para garantizar que este trabajo no solo sobreviva, sino que prospere». recalcó la titular de Pesca del Ejecutivo autónomo. En la actualidad, la edad media del colectivo supera los 50 años.

En Bizkaia, apenas quedan un puñado de mujeres en los muelles de Lekeitio y Bermeo, donde están vinculadas principalmente a otras artes de pesca. En Ondarroa están todas jubiladas. En este territorio, la limitada presencia de la pesca de cerco ha provocado un notable retroceso de una profesión de la que las mujeres «se sienten muy orgullosas». En Gipuzkoa, quedan una treintena y resultan fundamentales para los cerqueros de bajura.

Las mujeres de la mar están agradecidas por los reconocimiento, pero reclaman un salario digno y una mayor implicación de todo el sector del que son parte indispensable. «¿Cómo le dices a una joven que aprenda a ser rederas si no sabe cuánto va a ganar?», se cuestionan.

Entre las medidas anunciadas por el Gobierno vasco destaca la posibilidad de impulsar de nuevo el proyecto piloto 'Saretzen' que permite obtener el certificado de profesionalidad de «confección y mantenimiento de artes y aparejos de pesca» y que se hasta ahora se ha desarrollado en los muelles guipuzcoanos.

• Temas
• Bermeo
• Bizkaia
• Lekeitio
• Ondarroa
• Jubilación
• Pesca