Bildu reclama en Gernika que se abra un debate sobre el plan del Guggenheim Urdaibai

Los siete representantes de la coalición soberanista reiteraron en ese sentido que el proyecto para reconvertir la antigua cubertera Dalia de Gernika y las instalaciones de Astilleros Murueta en sendos espacios expositivos del Guggenheim, unidos ambos mediante una senda verde que recorra el espacio natural, pone de manifiesto «un modelo de gobernanza que da la espalda al entorno», criticaron desde las filas de EH Bildu.

El concejal del grupo político en el Ayuntamiento de Gernika, José Ramón Bilbao 'Buli', por su parte, denunció que la apuesta de la Administración foral por extender a Urdaibai la marca museística estadounidense es, además, «preocupante».

«No han compartido el planteamiento con el resto de instituciones y agentes de la zona y la falta de información sobre la inciativa es más que evidente», reiteró Bilbao. «Busturialdea tiene grandes necesidades, necesita una estrategia integral completa y con urgencia de cara a asegurar su futuro», reivindicó en nombre de su formación política.

Los representantes de la coalición independentista solicitaron, asimismo, «que se tenga en cuenta la reivindicación «de los cerca de cuatro mil ciudadanos», que se movilizaron, el pasado día 28 de octubre, en Gernika, contra el plan del Guggenheim Urdaibai».

En la movilización ruidosa convocada para ese día por la plataforma Guggenheim Urdaibai Stop, contraria al desarrollo del proyecto en la zona, los manifestantes reclamaron a través de la lectura de un manifiesto, «la puesta en marcha de un proceso participativo y la realización de una profunda reflexión, entre todos, sobre la situación que vive la comarca para tener un diagnóstico real sobre la misma».

Según la plataforma ciudadana, además, «no se trata de decidir si hay que construir un museo, dos u once. No, eso no es lo que está en juego», aclararon. «Lo que debemos decidir es qué queremos y qué necesitamos para Busturialdea mediante la aplicación de una gobernanza ejemplar, democrática y con la participación directa de la ciudadanía».

Mantienen también que el plan «no tiene cabida» en Urdaibai, «donde las administraciones deben proteger las marismas en lugar de atiborrarlas de gente».