El bazar con más solera de Gernika

«Mi padre creó la esencia concentrada 'Divina', que se vendía muy bien como alternativa al Chanel Nº5, bastante más cara», recuerda Javier Amutio, que comenzó en el negocio de su padre «con 14 años».

La tienda con más solera de Gernika, sin embargo, tiene su origen en un local situado en la calle Adolfo Urioste de la localidad vizcaína. «Desapareció tras el bombardeo de 1937 por lo que mis padres, al igual que otros comerciantes del pueblo, se establecieron de manera provisional en el Pasealeku, en puestos separados con lonas», explica este comerciante gernikarra. Tras jubilarse hace unos años le pasó el testigo de la droguería a su mujer, Felicidad Izagirre, y ahora es Ainara, su hija, quien se mantiene al frente del mostrador del peculiar bazar.

«He andado por la tienda incordiando desde pequeña», bromea esta joven que ahora tiene abiertos perfiles de su droguería en diferentes redes sociales. «También subí un tutorial de youtube en el que mi madre explica los pasos para teñir la ropa en la lavadora», comenta Ainara Amutio. «Además de vender, damos consejos a los clientes que a veces entran a la tienda sin saber el nombre o el tipo de producto que buscan en concreto», cuenta. «Eso es lo que nos diferencia de los negocios más modernos o de las grandes superficies», coincide con su madre. «Eso y que la gente aprecia encontrarse en la calle con este tipo de tiendas singulares, que se mantienen como antiguamente», añaden, además, madre e hija.

Atrás han quedado los años en los que era difícil establecer una separación clara entre las droguerías y las farmacias. «Mi padre también trabajo durante un tiempo en una botica y para su tienda formulaba colonias, la lejía con pastillas de cloro y se iba hasta Irún para conseguir sulfato de cobre», rememora Javier.

Los fitosanitarios han sido otro de los fuertes de la tienda junto con la venta de semillas de variedades dispares. El surtido es extenso en Amutio «aunque vendemos bastante menos que antaño», reconocen.

En el interior del bazar, de apenas 50 metros cuadrados, se hacen sitio hasta más de un millar de referencias de productos de todo tipo entre tintes, velas, productos de limpieza e higiene, cestos, pamelas, masajes para hombre y «diez tipos de raticidas», destacan. «Aquí hemos vendido hasta insecticidas 'para los vampiros», bromean al recordar la manera de solicitar un matamoscas por parte de un cliente conocido. «Las clásicas cintas atrapamoscas son infalibles», recomiendan, no obstante.

Contra la roña 'Rubí', y no hay producto como el 'Flexene' para terminar con las manchas. «Menos las de hierro», aclara Feli. Antes de que se hablara de sostenibilidad y ecología en Urdaibai, en Amutio han vendido siempre «el estropajo de esparto, que es lo más respetuoso con el medioambiente que existe y que todavía nos lo piden muchos clientes».

La cosmética también se hace hueco en el bazar y en los estantes se ordenan juguetes que harían las delicias de los 'ochenteros'. «Tenemos canicas, el Monopoli, Operación, Twister y Superquímica, además de yo-yos», ofertan todavía en J. Amutio.