Un atún enamorado del Golfo de Bizkaia

Al atún patudo también le gusta el Golfo de Bizkaia. Así lo ha constatado el centro tecnológico Azti, que cuenta con una de sus sedes en Sukarrieta, con la recaptura de un ejemplar lanzado hace cerca de un año para investigar el comportamiento de esta especie, poco estudiada en el Cantábrico y de gran valor gastronómico.

La pieza fue marcado por el pescador deportivo Imanol Ansa a bordo del 'Julenimanol', de Hondarribia durante una jornada de pesca recreativa organizada por la asociación Arraindenok en colaboración con Azti, el 30 de julio de 2023. Casi un año después, a finales de este pasado junio, el mismo pez fue recapturado por el pesquero 'San Fermin Berria', a unas 26 millas de la costa de Suances (Cantabria) y 185 kilómetros al oeste de su primer punto de marcaje.

Durante este periodo, creció 9 centímetros y su peso aumentó 4 kilos, alcanzando los 10.5. «Este hallazgo proporciona nueva evidencia de la 'fidelidad' del patudo a estas aguas, sugiriendo que al igual que el bonito del norte y el atún rojo, podría regresar anualmente o residir de forma continua en la zona», han detallado desde el centro tecnológico.

El descubrimiento ha sido posible en el marco del programa de 'marcaje y suelta' liderado por Azti con el apoyo del Gobierno vasco. La iniciativa permite que pescadores deportivos contribuyan a la investigación científica mediante el uso de marcas tipo 'espagueti', una tecnología sencilla que facilita el seguimiento del crecimiento y los movimientos de los túnidos.

«Cada recaptura nos proporciona una ventana única sobre los patrones migratorios, crecimiento y hábitos alimenticios de especies menos comunes como el patudo», ha indicado el investigador y experto en marcaje de túnidos, Iñigo Onandia. «Estos datos permiten mejorar la gestión y conservación de los túnidos, favoreciendo la sostenibilidad de las pesquerías», ha añadido.

El atún patudo (Thunnus obesus) es una especie tropical que habita en aguas cálidas de todo el mundo. Aunque puede llegar a pesar hasta 150 kilos, en el Golfo de Bizkaia se capturan mayormente juveniles de entre 10 y 30 kilos. Aunque su población está ligeramente sobreexplotada, las evaluaciones científicas actuales no la consideran en riesgo de sobrepesca.

«Los nuevos datos proporcionados por Azti refuerzan la teoría de que los juveniles de varias especies de túnidos regresan cada verano a estas aguas, siguiendo patrones similares al cimarrón y el bonito del norte, atraídos por la abundancia de presas como la anchoa», han destacado las mismas fuentes.

«Esto subraya la importancia de continuar con las jornadas de marcaje para mejorar el conocimiento sobre especies clave en la economía del País Vasco», han recalcado.

Precisamente, una pieza de bonito del norte, una de las principales pesquerías para los arrantzales, marcada por Azti en colaboración con pescadores deportivos, permitió constatar que había recorrido 6.370 kilómetros a través del océano Atlántico.

El ejemplar fue lanzado al mar frente a 20 kilómetros al norte de San Sebastián, en octubre de 2006 y más tarde fue capturado por unos pescadores venezolanos cerca de la costa de su país.

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